El concepto de lujo se expresa en este proyecto de Febrero Studio en su acepción más contemporánea: pureza estilística y material. La inteligente distribución del espacio, los colores neutros, las texturas naturales y el tratamiento de la luz logran un conjunto armónico, sin ninguna concesión a estridencias, concebido exclusivamente para la pausa y el descanso. Los arquitectos Mercedes González Ballesteros y Jesús Díaz Osuna, de Febrero Studio, son los artífices de esta reforma integral de una antigua casa en Marbella, de la que solo se mantuvo la estructura original de muros de ladrillo y con una ampliación parcial de obra nueva.
La casa, con una superficie construida de 300 m2, se articula en torno a un vestíbulo central de acceso semiabierto, que separa el volumen de la zona de día –situado en una cota inferior al nivel de la piscina–, del volumen de la zona privada –en una cota más alta–, donde los dormitorios y baños se distribuyen de forma que todos ellos se asomen al jardín. La continuidad de la piedra en el pavimento, y el uso de la misma madera, busca conectar el interior de la casa con el exterior, en especial en la zona común, donde grandes ventanales de vidrio correderos, que se pueden ocultar al completo, permiten convertir el estar y la cocina en un espacio abierto al exterior, incorporando el jardín en el interior. El resultado de la intervención es homogéneo y se integra con naturalidad en el entorno.