Este edificio en la calle Camões de Oporto supuso un cambio de paradigma en la práctica del estudio de Pedro Ferreira. Por primera vez, tuvo el reto de ir más allá del diseño arquitectónico y abrazar un proyecto de decoración y mobiliario. El edificio, inspirado en el estilo art decó y construido en la segunda década del siglo XX, con una organización espacial completamente diferente de la casa típica de la ciudad, se reconvirtió para uso turístico con cuatro pequeños apartamentos de una sola habitación.
En palabras del propio estudio, “diseñamos espacios jerárquicos, distinguimos visualmente las diferentes partes del programa de cada departamento –cocina, sala, comedor y dormitorio– escapando simultáneamente a la sectorización y tentación del espacio abierto".