Un piso muy pequeño con decoración de interiores en estilo nórdico

El comedor se ha situado en un lugar estratégico, junto a la cocina, y frente a la ventana, para que la luz natural bañe los almuerzos. 

El salón tiene un carácter muy esencial, con piezas de mobiliario que responden a las exigencias del espacio y una gama cromática suave. 

La reforma aprovecha los rincones muertos de la vivienda para generar espacios llenos de vida como este. Un banco con un espejo redondo y objetos de artesanía obran el milagro. 

El piso tiene algunos pequeños inconvenientes, como una pared curvada, en la que se encuentra la puerta de entrada. Era imprescindible colocar los muebles de una forma inteligente para maximizar el espacio. 

Una cama con el cabecero blanco y ropa de cama de lino ocupa el espacio central de esta habitación con un suelo de madera diferente al del resto del piso.

El sofá de lino blanco en la sala de estar combina muy bien con la madera de roble de la mesa de centro y el sutil estampado de la alfombra.

Los complementos, como la lámpara de papel del techo, la mesita de noche blanca o la lámpara que la acompaña, hacen de este dormitorio un lugar muy acogedor. 

El pequeño espacio frente a la ventana se ha utilizado como una pequeña oficina en casa. Es la función perfecta para esta área que, de otra forma, estaría desaprovechada.