Un gran balcón orientado al sur permite que la codiciada luz del norte de Europa se cuele en los interiores de este piso de la ciudad de Gotemburgo. Siguiendo la filosofía de la decoración nórdica, el color blanco sirve de telón de fondo para realzar los muebles. Cuadros agrupados en las paredes, plantas de interior en todas las habitaciones, suelo de madera de espiga y textiles con materiales naturales son el denominador común de la decoración de interiores de este piso que sorprende con un teatral dormitorio, con las paredes pintadas en gris oscuro generando una atmósfera de recogimiento.