Grandes ventanales inundan de luz el dúplex de dos artistas en el corazón de París, a pocos pasos de la Ópera Garnier y del jardín de las Tullerías. Tras una transformación íntegra que conserva todo el encanto de antaño y ejecutada por el arquitecto de interiores Louis Denavaut, que comparte formación en arte contemporáneo con los propietarios, la vivienda está pensada para vivir y trabajar, para estar solo pero también para estar abierto a recibir amigos y clientes con una vista impresionante de la cúpula de la iglesia de San Roque de fondo.