Este es un ejemplo de lo que su autora, Marie-Astrid Pelsser, denomina micro-arquitectura: una intervención que tiene la virtud de ir más allá de su aparente restricción. En este apartamento en Lieja, el espacio de día, de dimensiones reducidas (5,5 x 6,75 m) era un rompecabezas de ángulos y recortes al que se añadía un muro central perforado por dos puertas –una hacia el pasillo, otra hacia un trastero– y condicionado por un radiador y las instalaciones técnicas de la cocina. La autora decidió disimular toda esta funcionalidad recargada con una pared de madera de roble que integra la zona de aguas de la cocina, el frigorífico, el horno, las puertas y zona de almacenaje. Una solución sencilla pero eficaz que resuelve de una sola vez la circulación en el apartamento, y que determina asimismo su carácter y su atmósfera relajada y natural, de inspiración nórdica. El panelado de madera no está lijado, pero se ha tratado con un barniz mate que refuerza la textura y la impresión de materialidad. La parte en celosía deja pasar el calor del radiador y la luz, aligerando visualmente el conjunto.
Suscríbete a nuestra newsletter para explorar otros proyectos de reforma con un gran resultado.