Con 29 años, Tessa Muga Foraster fundó junto a Román, su socio, marido y padre de sus hijos, The home hunter, una inmobiliaria muy especial que nació como un movimiento activista en una época en la que el sector estaba desfasado. Para dar un servicio extra y ayudar a sus clientes a vender, empezaron a decorar las propiedades de un modo fresco que reflejaba la calidez de un hogar. El éxito de las transformaciones que ejecutaban fue tal que hace dos años fundaron Somos Nido, dedicado a las reformas y la decoración. Y a esta compañía han recurrido los propietarios de un dúplex en Barcelona que buscaban proyectar un espacio "amplio, útil y apto para niños y adultos". El estudio de interiorismo ha conseguido que la familia que lo habita pueda convivir "junta, pero no revuelta" en una casa que combina el mar y la montaña, como la esencia de sus propietarios, de Cataluña y el País Vasco.