En este ático en Nueva York, las mejores vistas están dentro
El estudio Søren Rose firma un elegante piso con piezas clásicas del diseño escandinavo. La silla Egg, de Arne Jacobsen, la silla Pk22, de Poul Kjærholm y un guiño a una de las obras más conocidas de Mies van der Rohe.
Este exquisito ático situado en Park Avenue es un diseño de Søren Rose Studio para una pareja suizo-estadounidense que lo utiliza como base cuando visita Nueva York. La residencia, de 550 m2, combina el diseño tradicional escandinavo – con icónicas piezas de Fritz Hansen– con otros elementos contemporáneos, como una pared de mármol verde oscuro Alpi que se sube hasta el techo. La anécdota de esta pared es que se trata del mismo mármol que utilizó Mies Van der Rohe para su famoso Pabellón de Barcelona; Søren Rose lo obtuvo de la misma cantera en los Alpes.
Como une pasado y presente, el apartamento tiene una elegancia fácil, manifestando una profunda admiración por el contexto y los detalles. La cuidadosa selección de muebles incluye varias piezas de Fritz Hansen.
Las sillas Swan Sofa ™ y Swan ™, diseñadas por Arne Jacobsen en 1958 para el SAS Royal Hotel en Copenhague, embellecen el ático con sus líneas orgánicas y suaves a la vista. Pese a su simplicidad, pueden presumir de tener un fuerte atractivo arquitectónico.
Otra pieza destacada es la silla Egg ™, uno de los triunfos de la carrera legendaria de Jacobsen que supuso un logro técnico en la artesanía. Un elemento básico del diseño danés con curvas orgánicas que adoptan un espíritu diferente en cada cuero, tela y color. En este caso, los interioristas han optado por incorporar la de color azul en el salón.
Junto a la silla Egg ™, encontramos las siempre discretas y elegantes sillas PK22 ™, que ejemplifican la búsqueda del diseñador Poul Kjærholm de la forma y dimensiones ideales. Un diseño que cosechó el éxito comercial y de la crítica de inmediato y que sigue siendo una silla fundamentalmente moderna para los entusiastas del diseño de hoy.
Como colofón al piso soñado por los amantes del diseño, hay una terraza con vistas a los rasacacielos de Nueva York que haría las delicias de los cineastas enamorados de esta ciudad. Un espacio para rodar el último plano de una película, en el que colgar el título de 'The end'.