En la costa de la ciudad brasileña de São Paulo, el estudio Gabriel Fernandes Arquitectura y Diseño firma la ejecución del proyecto de esta vivienda de 350 metros cuadrados donde la belleza de los materiales brutos son un canto a la imperfección. "Es una casa con arte, una casa con espíritu y, principalmente, una casa de olas, conectada al mar, al coral contextualizando las ideas con la implantación, ya que es una casa diseñada para la costa de la ciudad", según explica su artífice que ha puesto el foco en la protección y la ventilación. "Hay rendijas y entradas de luz por todos lados; una base arquitectónica limpia y minimalista, el suelo en auténtico cemento quemado que contrasta con las paredes y los techos pintados en un monocromático de Fendi que invade la casa desde el exterior", cuenta.