En la región norte del estado de Nueva York, encontramos una casa de campo muy moderna, configurada por edificios unidos por pasarelas, según un proyecto que ha logrado aludir a la tradición del lugar con un lenguaje arquitectónico moderno. Logro que pertenece al estudio de Olson Kundig. Se trata de una iniciativa familiar, con tierras de cultivo y una moderna casa de campo que conjuga detalles y materiales de uso contemporáneo (acero, hormigón ennegrecido) con formas agrícolas locales.
Gracias al estudio cuidadoso de las características volumétricas y de las relaciones espaciales, la casa puede percibirse muy moderna y al mismo tiempo perfectamente adecuada al mundo rural, al contexto de trabajo de la tierra. A los techos inclinados –referencia clara al modelo arquetípico de granero- hay que atribuir buena parte de la capacidad de recreación del proyecto de un aire de arquitectura agrícola, así como al revestimiento de madera de antiguos graneros locales desmantelados. Tejados corrugados de zinc complementan el gris degradado del revestimiento de madera reciclada. El diseño basado en una serie de edificios unidos por pasillos cubiertos y espacios intersticiales responde al tipo de actividades y de vida cotidiana de la familia propietaria. La composición ofrece espacios para grandes reuniones y preserva también una atmósfera de intimidad.