Puedes vivir en una casa moderna que parezca tu segunda residencia. Una vivienda rodeada por un jardín y en la que la luz natural sea bienvenida cada mañana, iluminando cada momento del día.
Apuesta por los grandes ventanales y por una decoración nórdica que combine los materiales naturales con los colores suaves y tendrás una casa como esta tan bonita como esta. La terraza se convierte en una habitación más, especialmente en verano, cuando cenar al aire libre se convierte en el mejor plan.
Los suelos de madera clara y las paredes blancas contribuyen a despertar estas buenas sensaciones que vivimos en verano y que se pueden prolongar todo el año.