Esta casa tiene los ingredientes perfectos para vivir en calma
Con materiales nobles como aliados, el arquitecto australiano Daniel Boddam proyecta esta vivienda convertida en un verdadero ejemplo de diseño atemporal.
El estudio del arquitecto Daniel Boddam, con sede en Sídney, ha sido el encargado de reformar esta vivienda situada en un barrio residencial de la ciudad australiana. Para ello, ha creado una atmósfera tranquila y refinada que recupera la esencia original de la casa y a la vez la baña de la personalidad de los clientes mediante la mezcla de estilos dentro del núcleo de la casa existente. La simplicidad formal y funcional, sumada a las influencias de mediados de siglo han sido claves en el desarrollo del diseño. El interior de la vivienda, organizado en dos niveles, es lujoso y mínimo a partir de un efectivo juego de materiales y texturas en capas.
Si bien la planta baja se ha reservado para uso diurno, con grandes aperturas acristaladas que favorecen una comunicación visual y física con el jardín, el piso superior resulta más intimista, agrupando los dormitorios y cuartos de baño. En el vestíbulo de entrada, la escalera se ha modificado en dirección opuesta para crear una mayor sensación de llegada. A través de una comunicación fluida, los ambientes serenos, equipados con carpintería a medida y piezas muchas de ellas diseñadas por el propio autor del proyecto, se suceden a lo largo de todo el proyecto. Respaldada por los valores que caracterizan al trabajo de Daniel Boddam, junto con la intervención de la interiorista y estilista Claire Driscoll Delmar, y la cuidada relación de los materiales, la vivienda resulta un verdadero ejemplo de diseño atemporal.