Esta casa en mitad del campo es una joya de los años 60 ubicada en un lugar alto y libre. Construida sólidamente con ladrillos rojos y finos detalles de cobre, esta casa es el sueño de muchos de los que están pensando en mudarse al campo. Un total de siete habitaciones, de las cuales cinco son dormitorios, se distribuyen en dos plantas con decoración de interiores de estilo nórdico con mucha luz natural. Y una parcela de césped para que los niños jueguen a sus anchas.
Los techos abuhardillados convierten las habitaciones en cobijos con un aire intelectual, informales y sofisticados a partes iguales. Los textiles naturales, como el algodón y el lino, y los detalles de artesanía, contribuyen a generar un ambiente muy acogedor.