Miami, México, Lisboa. Son ciudades donde ha vivido Aurora Gómez-Cuétara, propietaria de esta casa en una urbanización al norte de Madrid, y que han inspirado el proyecto de arquitectura e interiorismo del estudio Ábaton y el amueblamiento de Estudio María Santos, con la aportación en el estilismo de Beatriz Aparicio. La misma propietaria explica las claves de este trabajo colaborativo: "Buscaba un mix de los ambientes de las ciudades donde he vivido, que coinciden en su clima tropical y en la importancia que en ellas tiene el diseño y la arquitectura. Deseaba lo que yo llamo un 'modernismo tropical', algo que me podía ofrecer la arquitectura de Ábaton, con su estilo puro y esencial. Para el mobiliario quería piezas de diseño italiano icónicas de los años sesenta y setenta que, en su conjunto, reflejasen un espíritu cosmopolita y sofisticado. Podría ser una casa en Los Ángeles, São Paulo, Ibiza o Comporta. Aunque buscaba una arquitectura contemporánea, no quería un estilo escandinavo. Quería que Ábaton y María Santos trabajaran fuera de su zona de confort para así conseguir un diálogo. La empresa no era fácil, pero finalmente se ha conseguido ese twist con un resultado muy especial".
Nos explican desde el estudio Ábaton que "se buscó dar sensación de conjunto a toda la planta, generando un fondo cálido y neutro a la vez, a base de materiales naturales". La vivienda consta de dos niveles. En la planta baja se ubica la zona de día, un espacio amplio y luminoso donde se desarrollan las funciones sociales y representativas, así como las dependencias auxiliares. El salón y el comedor se han situado a sur-oeste como espacios sucesivos que se abren al jardín, y aumentan la sensación espacial muy conectados con el exterior y dejando la que la luz inunde las zonas centrales de la planta. La cocina es una prolongación de estos espacios que se puede independizar mediante una puerta corredera de madera que aporta textura y desaparece tras el muro para permitir disfrutar de la vinculación total de todos los espacios de la planta y mejorar su versatilidad. Por su parte, la interiorista María Santos y la estilista Beatriz Aparicio consiguieron que su trabajo "reflejara el espíritu cosmopolita y viajero de esta familia, que mezclara muchas piezas de diseño con otras más artesanales y antigüedades, que toda la casa invitara a tumbarse y relajarse, y que el conjunto resultara muy luminoso, dando mucho protagonismo a las obras de arte".