Bajo su austera imagen de granja o nave industrial de hormigón, esta casa de campo diseñada por el arquitecto Marco Ortalli y ubicada cerca del Parco della Brughiera Briantea, una zona de interés paisajístico y naturalista al norte de Milán, esconde interiores refinados y cálidos, a los que no es ajena la aportación de algunos diseños emblemáticos de la firma italiana Flexform.
La exposición de la casa se orienta de este a oeste, con dos grandes espacios –uno abierto que incluye sala de estar, cocina, comedor y oficina, y otro con un área de trabajo y garaje– ubicados en los lados cortos norte-sur. En el lado oeste están los dormitorios y en el lado este los baños y el lavadero.
La zona de la sala de estar y la destinada como espacio de trabajo tienen paredes realizadas con hormigón armado y techo a la vista, mientras que las habitaciones y los baños están revocados y tienen un falso techo que le dan un efecto más íntimo.
Los espacios interiores se diferencian entre la parte pública y la privada, en términos de volumen, materiales y acabados. En el gran espacio abierto los techos tienen la pendiente recubierta de listones de madera de castaño, el suelo de hormigón pulido y las paredes de hormigón armado; en las zonas privadas vemos techos planos, suelo de listones de madera de castaño y paredes revocadas.
Suscríbete a nuestra newsletter para conocer otros proyectos de casas de campo modernas.