Cuando Gustave Carlson inició el proyecto de esta casa para pasar los fines de semana con su familia en el campo, quiso aplicarle la filosofía a través de la cual se mueven todos sus otros diseños de interiorismo: el hygge danés. Este secreto tan bien guardado de la "felicidad escandinava", que está intrínsecamente vinculado al confort y la relajación de estar en nuestra casa, es uno de los puntos fuertes del diseñador. Carlson es capaz jugar con él para adaptarlo al estilo californiano. Este minimalismo y confort, característico de zonas frías y paisajes invernales, es reinterpretado por el estudio de arquitectura y diseño Gustave Carlson Design en lugares donde el clima el moderadamente caluroso y los cielos azules .
Tal es la especialización de esta traducción del hygge para la costa oeste americana que Carlson es también autor del libro Pacific Modern, Hygge, donde mediante el uso de la arquitectura residencial busca la máxima calidad de vida, de tal manera que la felicidad acaba traspasando las puertas de la casa.
En esta ocasión hablamos de su proyecto más personal, una casa de inspiración granjera para disfrutar de sus días libres en familia en Sonoma, una ciudad de la zona de San Francisco con gran tradición vinícola. Situada en una plantación de nogales, además de los casi 600 metros cuadrados con los que cuenta la vivienda, se suma el antiguo granero que ha sido reacondicionado como estudio en el que trabaja la mujer de Carlson, que es artista. Ambas edificaciones se encuentran en el patio central con forma de L que alberga la piscina.
Adaptándose al principio de confort y luminosidad, Carlson distribuyó la casa en un eje este-oeste que sigue la trayectoria natural del sol para garantizar la luz en todas las estancias, a las que se puede acceder desde el exterior de manera individual.