Cuando se decidió a empezar este proyecto, la arquitecta Einat Shahar tenía claro su objetivo: quería una casa que evolucionara con su familia. Diseñadora y madre de gemelos de 8 años, Einat diseñó su hogar en Israel para convertirlo en una vivienda acogedora, bien iluminada y que se adaptara a los distintos cambios que iba a sufrir su familia como consecuencia del transcurso del tiempo.
Especializada en planificar, diseñar y renovar casas particulares, quiso que la suya propia contara su propia historia basándose en el concepto de diseño. Así, el resultado se caracteriza por la elegancia de la simplicidad, la predilección por los materiales naturales, el gusto por la luz natural, la iluminación y la cuidada elección de los muebles y accesorios que materializarían su idea.