Jessy Van Gorp ha diseñado esta casa de nueva planta, ubicada en Amberes (Bélgica), y rodeada de espacios verdes a los que se abren todas las estancias. La arquitecta de interiores belga ha cumplido con todas las peticiones de su cliente, a las que están ligadas el diseño del espacio, la incidencia de la luz y su relación con el entorno. La paz y un sentimiento de calma eran importantes: silencio, llegar a casa y relajarse después de un día agitado o trabajar desde el escritorio contemplando el jardín.
Los espacios se conectan a la perfección, pero cada uno tiene su propia atmósfera: desde la cocina de color blanquecino hasta la mesa de terracota rosada en el comedor y la zona de estar beige y marrón oscuro, con acceso abierto al rincón de televisión en la curva que se ha trazado. Los colores tenues son suaves y cálidos, con un toque de rojo aquí y allá, pero este rojo también está atenuado. Los materiales de origen natural, como el mármol, la madera de roble y la cal, han proporcionado las texturas rugosas o lisas que enriquecen los interiores. El gusto de Van Gorp por transformar espacios en interiores funcionales y atemporales, utilizar materiales puros, cálidos y sostenibles, y equilibrar luz y volumen para crear un lugar donde el cliente se sienta feliz se percibe a primera vista.