El efecto bungaló
SSK Residence en Melbourne (Australia), de Davidov Partners Architects
Aleks Gallardo
Periodista especializado en interiorismo Coordinador web de Arquitectura y Diseño
Hay espacios que nacen con las emociones incluidas, como si su forma ya llevara implícita la garantía de un calor especial. Es el caso de este proyecto, la SSK Residence, del estudio de arquitectura Davidov Partners Architects en Melbourne (Australia), que consiste en la transformación de un bungaló californiano. Las líneas mantenidas de la construcción original, los tejados tan característicos, el color blanco omnipresente y la amplia salida al jardín desde la zona de estar conforman un conjunto que nos recuerda a nuestras vacaciones, al inmenso placer de dejar el tiempo fluir. Es el "efecto bungaló" que todos ansiamos tener en un momento de ajetreo. Calma total.
Una de las acciones principales de la reforma y que cambió totalmente las funciones del bungalow fue la creación de una nueva ala, en forma de bloque, en la zona norte de edificio, que albergó las habitaciones, los baños y las zonas de almacenamiento. Con esta ampliación se conseguía que el resto del espacio, lo que es el bungalow en sí, pudiera dedicarse exclusivamente a comedor, cocina y sala de estar, el área de día por excelencia. La gracia, el gran quid de esta zona: las vistas, salida al jardín y sobretodo, una sensación de libertad, paz y respiro absoluta. Los amplísimos ventanales ante la naturaleza acaban siendo, sin duda, el gran valor de esta casa australiana.
La reforma de SSK Residence, que se ha terminado en 2016, es una de las obras estrella de este estudio de arquitectos de Melbourne que se fundó en 2011 y que hoy puede contar en su portfolio casas pero también locales, tiendas, oficinas y pequeños hoteles. Sus puntos fuentes: la pasión por fusionar los espacios exteriores con los interiores y un interés clarísimo en que las casas sean cálidas. Lo consiguen dominando la luz y con el uso de materiales nobles de altísima calidad en suelos y en un mobiliario donde los distintos elementos lucen como un todo. Sin fisuras, sin contrastes, con las ampliaciones magistralmente integradas. Y con la sensación de paz en el adn. Viva el "efecto bungaló".