Siguiendo el briefing del cliente, el estudio Coblonal Interiorismo ideó esta vivienda de dos plantas con patio al interior de manzana como dos mundos separados, uno en cada planta, conectadas mediante una escalera en forma de semicircunferencia en chapa negra doblada diseñada por el propio estudio.
La planta baja es la parte social, abierta en su propia disposición del conjunto cocina, comedor y salón, así como al patio exterior. Con tonos oscuros y líneas muy masculinas es un espacio concebido para poder recibir invitados o disfrutar con la familia al completo. La amplia zona de recibidor y el baño de cortesía en la entrada dan servicio a posibles visitas, así como a los habitantes de la vivienda sin tener que hacer uso de los baños privados de la planta superior.
En cambio, la planta superior, que acoge la zona privada –suite principal con vestidor y dos dormitorios infantiles–, se ha concebido como un espacio mucho más acogedor, con parqué y tonos topo en paredes, mobiliario y textiles. La habitación de matrimonio, con un estilo mucho más femenino, dispone de una zona de vestidor que conecta con el baño dentro de la misma estancia. Junto con el pequeño patio exterior, se convierte en un espacio donde poder relajarse al final de la jornada.
En la cocina predomina el acero inoxidable tanto en la isla central como en la zona del lavamanos y el muro de los electrodomésticos. La isla central acoge la placa de inducción y la zona de comedor con cuatro taburetes de diseño bajo una estructura metálica suspendida que ofrece almacenaje y la campana extractora.
Tras la isla central de la cocina encontramos el salón donde un gran sofá de piel natural preside el espacio acompañado por una espectacular chimenea de gas horizontal y la zona audiovisual instalada sobre un mueble estructura de diseño propio en chapa negra que minimiza el impacto visual.
Siguiendo el paso abierto por la pared izquierda, que ofrece iluminación ambiental desde el foseado horizontal situado a media altura, se accede al patio, presidido por una tarima cubierta con lamas automatizadas que ofrecen intimidad y sombra.
Al acceder al nivel superior, un pasillo corto distribuye dos habitaciones individuales, el baño compartido por ambas, una habitación de lavandería y almacenaje y la suite principal. Esta queda dividida en dos espacios: el dormitorio, donde las lámparas dan un toque particular al cabecero formado por tres paneles textiles enmarcados por una estructura de hierro; y el vestidor, conformado por una cajonera que funciona como una isla y por armarios empotrados en la pared perimetral, barras colgantes abiertas y un espejo.