Esta granja sin personalidad ha pasado a ser una casa de campo moderna
El estudio (ma!ca) architecture está detrás de esta reforma radical en el pueblo francés de Saint-Clément-de-Rivière. La bautizada como casa BON es puro minimalismo y funcionalidad.
Por muy moderna que ahora parezca, esta casa de campo no lo era tanto hasta hace relativamente poco. Ubicada a las afueras del pueblo de Saint-Clément-de-Rivière, en la región francesa de Occitania, tiempo atrás era algo así como una granja sin alma, mal distribuida y con unas ventanas muy pequeñas que no le hacían justicia.
Aunque eso ya fue, ya que el estudio (ma!ca) architecture, detrás del cual están Maya Brudieux y Camille Morcrette, ha reformado la vivienda de una forma totalmente sorprendente reajustando la escala y las proporciones del edificio. Ahora recibe el nombre de BON y, como salta a la vista, ya no es un mero espacio largo, estrecho y con los techos significativamente bajos. Un buen ejemplo de cómo deberían ser las granjas en el siglo XXI.
La adición de dos extensiones ha ofrecido una nueva función utilitaria al espacio preexistente, además de justificar la creación de un patio central que anteriormente no estaba ahí. Las dos extensiones a las que nos referimos, y que después mostraremos al detalle, pertenecen a la sala de estar y la cocina.
Las dos extensiones están revestidas de piedras secas trabajadas tradicionalmente, una estética muy acorde con la arquitectura local de la zona.
El patio central da a la entrada de la casa. De una forma totalmente premeditada el estudio la ha situado justo entre la cocina y la sala de estar.
Justo en esta imagen puedes contemplar la ya citada sala de estar en todo su esplendor. Es minimalista, se deja querer por los colores neutros y, gracias a los ventanales, en todo momento enmarca el exterior de la edificación.
(ma!ca) architecture ha buscado en todo momento la homogeneidad en las estancias. Nada sobresale por encima del resto; todo tiene el mismo valor.
La retahíla de ventanales que tiene a ambos lados provoca que BON aproveche al máximo la luz natural. En ningún rincón de la casa hay precisamente claroscuros.
La escalera original está adornada con una superficie de madera clara. Aunque sabemos de buena tinta que quienes viven ahí agradecen mucho, muchísimo, el gran espacio de almacenamiento que hay oculto bajo la escalera.
Justo en el patio de uno de los extremos, presidido por una pérgola de gran utilidad durante los meses más calurosos del año, encontramos una pequeña salita que hace de antesala a la otra gran protagonista de la casa.
Sí, hablamos de la cocina. Como tú mismo puedes apreciar desprende una gran serenidad y puede presumir de ser más amplia que la de muchos restaurantes. Así da gusto pelearse con cualquier tipo de receta.
Todos los muebles de la casa, sin excepción, han sido hechos expresamente a medida siguiendo los gustos de la familia de propietarios.
Ese menos es más también puede apreciarse en la ausencia de estantes en la cocina. En realidad, la gran mayoría de esos elementos necesarios para el día a día están escondidos.
La casa BON es un claro ejemplo de cómo la estética y la funcionalidad pueden estar hermanadas en todo momento y en cualquier espacio.
Una antigua granja reconvertida por arte y gracia del estudio (ma!ca) architecture en un hogar en el campo dominado por los colores neutros y la máxima funcionalidad. Así es la llamada casa BON en Saint-Clément-de-Rivière, a la que después de incorporarle dos extensiones (que coinciden con la cocina y la sala de estar) en estos momentos puede presumir de ser mucho más espaciosa que cuando originalmente se construyó. A esta metamorfosis también ha contribuido que se hayan agrandado todos sus ventanales, ya que con anterioridad la propiedad pecaba de tener unas ventanas extremadamente pequeñas que imposibilitaban disfrutar visualmente del jardín y aprovechar al máximo la luz natural.