Desconexión al natural en México
Compacta y serena, esta casa "en medio de la nada" se integra en la naturaleza bajo el depurado diseño del estudio de arquitectura mexicano PPAA.
En un paraje natural a pocos kilómetros al norestes de Ciudad de México, concretamente en Aculco, es donde el estudio de arquitectos PPAA ha llevado a cabo este singular proyecto de formas compactas integrado por completo a la naturaleza. El entorno, famoso por sus espectaculares acantilados de basalto, cascadas y rica vegetación ha sido el elegido por dos hermanos aficionados al aire libre para ubicar su personal refugio de desconexión. El proyecto, llevado a cabo por Pablo Pérez Palacios, Alfonso de la Concha Rojas, Miguel Vargas y José Luis Jiménez del estudio de arquitectos PPAA, se fundamenta en una vivienda austera concebida como “un contenedor de vistas”. Para ello se optó por un volúmen de piedra rectangular, abierto por todos los lados, con un perfil de techo inclinado que se asienta en un entresuelo en uno de los extremos.
Sus 90 m2 de superficie se emplazan en una parcela que los propietarios descubrieron por casualidad en un viaje para ir a practicar escalada en roca. Tras adquirirla y reforestar en lugar durante varios años, decidieron levantar una vivienda y contrataron a la estudio PPAA, con oficinas en Ciudad de México, para levantar la casa partiendo de criterios de bajo impacto ambiental. Para ello, la construcción, de formas compactas y líneas austeras, logra maximizar el espacio disponible creando ambientes holgados que mantienen una conexión visual constante con el exterior. El empleo materiales sencillos como bloques de piedra maciza, arcilla, madera y vidrio, principalmente, permite una fácil integración con el entorno, que se acrecienta dada su ubicación y orientación. Dividida en cuatro espacios primarios: una sala de estar, una cocina, dos habitaciones dobles y un baño, la casa se abre al paisaje circundante a través de grandes puertas correderas y ventanas de cristal, que quedan protegidas bajo la intemperie con cerramientos y contraventanas de madera.
En ese “diálogo con el entorno en constante reciprocidad” que plantea el estudio responsable del proyecto, se optó por la sencillez, la mínima necesidad de mantenimiento y, sobre todo, la cercanía con el ambiente externo. En este sentido, la vivienda parece robarle espacio al entorno natural abriéndose a ambos frentes con sendas terrazas exteriores, en las que simplemente descansar y disfrutar rodeado del espectáculo campestre.