El confinamiento obligado por el Covid-19 hizo que pusiéramos la vista en nuestros hogares, como el auténtico centro de la vida. Para conseguir que las casas respondieran a las necesidades reales, comenzó un aumento de las reformas, un éxodo rural para trabajar y un boom de las casas prefabricadas, que se presenta como el sistema constructivo del siglo XXI y así lo corrobora Lourdes Treviño, arquitecta y fundadora de Freehand Arquitectura. "El uso del acero y hormigón fue un método revolucionario que marcó la manera de construir que surgió a principios del siglo XX. Hoy, 100 años después, tenemos la responsabilidad de buscar nuevas formas que hagan la arquitectura más sostenible y de mejor calidad", señala.
Las casas prefabricadas son una apuesta por cuidar del medioambiente, ya que con un sistema industrializado de prefabricación, se puede conseguir homogeneidad térmica de toda la fachada para asegurar unas prestaciones uniformes que propicien un bajo consumo energético. Treviño, especializada en arquitectura sostenible, desvela las ventajas de estas viviendas y desmiente mitos sobre las casas prefabricadas.