Asi es la casa que más miradas atrae del vecindario
Poco convencional y a la vez completamente cargada de lógica. Así es esta vivienda proyectada por el equipo de Austin Maynard Architects para una familia con tres hijos en Melbourne.
El ecléctrico trabajo de Austin Maynard Architects aflora con fuerza en el barrio residencial de North Fitzroy, en Melbourne donde se emplaza esta vivienda ampliada y restaurada siguiendo las necesidades y deseos de conexión y libertad de sus propietarios. Estos últimos partieron de la idea de reacondicionar una vivienda con terraza cuando surgió la posibilidad de hacerse también con la casa continua. La vivienda recién comprada mostraba signos de una vida anterior pero estaba deteriorada e inhabitable. Estructuralmente poco sólida, la casa necesitaba ser demolida, sin embargo, una norma del patrimonio dictaba que las fachadas de las calles de ambas casas debían permanecer. Eso llevó a unir ambas edificaciones y a encargar a los responsables del proyecto a que combinaran las propiedades vecinas para crear una casa y un jardín para una familia de cinco personas. El resultado es una vivienda de unos 370 m2 de superficie, presidida por un gran jardín central junto al cual se extienden salón, cocina y comedor. Sobre la cocina está el dormitorio de los padres. Más allá del comedor y del lavadero oculto, está la zona infantil de dos plantas, con tres dormitorios y un baño al que se accede por una escalera de caracol. Abajo hay un cuarto de juegos, un estudio y un espacio multifuncional. La habitación delantera de una de las terrazas existentes es ahora una suite de invitados independiente, con entrada independiente a través de la puerta principal original.
Aunque las primeras apariencias puedan sugerir lo contrario, la lógica, la razón y la racionalidad son las piedras angulares del diseño de esta vivienda. Cada subida y bajada que dibuja el tejado se afina para minimizar la sombra y el volumen visual, sólo verdaderamente visible si se estudia desde arriba. El techo es bajo en los jardines contiguos para evitar la sombra, y alto donde los vecinos han construido junto a los límites de la vivienda. Al crear altura en todas las áreas, tanto interna como externamente, surge el perfil de la montaña. Siguiendo parámetros de sostenibilidad, todas las ventanas son de doble cristal con toldos externos fijos para proporcionar sombra. Con la gestión activa de la sombra y la ventilación pasiva, las demandas de calefacción y refrigeración mecánica se reducen drásticamente. Un gran tanque de agua ha sido enterrado dentro del jardín, a fin de recogerla y reutilizarla para inodoros y riego del jardín. Además, siempre que ha sido posible, los arquitectos de Austin Maynard se han abastecido de oficios, materiales y accesorios locales.