Casas urbanas

La cocina de esta casa se convierte en un bar clandestino por la noche

Pensada para recibir invitados, esta casa en Quebec tiene todo lo necesario para disfrutar y al mismo tiempo descansar. La cocina es el mejor ejemplo, de día se disfruta entre fogones y de noche, con una copa en la mano.

Periodista especializado en interiorismo Coordinador web de Arquitectura y Diseño

06 de enero de 2022, 09:30

Inspirada en el estilo mid century modern, la Casa Garnier en Québec del estudio Dupont Blouin es una renovación atípica donde la belleza de los materiales está al servicio de los espacios singulares que desdibujan los límites entre lo público y lo privado. La cocina con su forma en U y aire retro chic, no puede evitar convertirse en el centro de las miradas. Pero también de la acción, por las noches, al cerrar la cortina el espacio parece convertirse en un bar clandestino.

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Diseñado para una pareja y su hijo pequeño, el antiguo tríplex da prioridad a los espacios en los que recibir invitados.

Los clientes deseaban una bienvenida inspiradora y cálida al volver a casa por la noche. Para alejarse mejor del estrés cotidiano, los espacios comunes de la vivienda se trataron como un restaurante-bar-salón.

La cocina consta de una encimera elegantemente curvada rematada por una estructura suspendida en forma de U. Por la noche, se corren las cortinas y el espacio adquiere el aspecto de un bar clandestino. De día, este espacio festivo está bañado de luz natural gracias a la claraboya situada sobre la cocina y a los grandes ventanales que dan al callejón.

El gran salón de la planta superior recibe la máxima luz, mientras que los dormitorios, situados en la primera planta, viven a la sombra del garaje doble del patio trasero. La renovación de los tres niveles incluye también el sótano, que está ocupado en parte por un estudio independiente dedicado a la familia visitante o al alquiler.

La residencia Garnier es accesible a través de seis entradas, incluyendo tres vestíbulos.

¿De fiesta o recogimiento?

La colorida losa de terrazo de Murano que adorna todos los suelos aporta un carácter alegre y lúdico al espacio. Las diferentes tonalidades de piedra que lo componen contribuyeron a la construcción de la paleta de colores y a la disposición de los diferentes materiales para magnificar cada elemento, desde los zócalos de cobre hasta las paredes de nogal.

Los paneles de la pared crean una retícula que activa la librería mural y da ritmo a los módulos integrados en el espacio. Como en todas las creaciones de la firma, se prestó especial atención a las alineaciones. Con la residencia Garnier, Dupont y Blouin crean unos interiores elegantes y magistrales que invitan tanto a la fiesta como al confort, en un universo silencioso y lujoso

En toda esta creación, la materialidad inspiró el proyecto. Tanto por el color de los materiales como por su formato.

Para jugar con estos códigos, los arquitectos crearon una escalera de madera, un tocador y muebles de cocina integrados. Estos módulos arquitectónicos definen los espacios al tiempo que contribuyen a la atmósfera silenciosa y algo secreta de la casa.

En el módulo central vestido de nogal se encuentra la escalera y un pequeño tocador oculto tras una puerta tallada en la misma madera. Aquí, el cristal ahumado, la grifería de cobre, el lavabo de pedestal italiano y la cerámica de terracota que recuerda al cuero tapizado crean un discreto chic.

En el baño del dormitorio principal, la encimera de mármol verde Saint-Denis, los lavabos verde esmeralda y las cálidas paredes de fieltro natural también armonizan con el terrazo.

Los propietarios querían mantener una multitud de accesos en los tres niveles para tener entradas oficiales para los invitados y otras más privadas para sus hijos, pero también para los padres, cuyo dormitorio se abre a un patio interior.