Un brindis por los amigos
Casa Oak Noll en Napa Valley, California (Estados Unidos), de Brandon Jørgensen
Aleks Gallardo
Periodista especializado en interiorismo Coordinador web de Arquitectura y Diseño
Entre los famosos viñedos de Napa Valley, en California, se esconde la Casa Oak Knoll, que en realidad no es una sino dos: la principal y la casa para invitados. La primera está revestida de piedra natural procedente de una cantera local. Frente a este material sólido, en la segunda se optó por la madera de cedro y así dar sensación de fugacidad.
Un acogedor porche conduce a la puerta de entrada, de madera roja. A través de ella se accede a un pequeño vestíbulo de cristal, que conecta las dos casas. La principal se plantea, en gran parte, como una sala de exposiciones, que acoge una progresiva colección de pintura. Las dos casas enlazan espacios diáfanos con un interiorismo sobrio y natural. La luz natural se filtra por toda la vivienda, bien a través de cristaleras que sustituyen a las paredes o bien a través de pequeñas aberturas entre la piedra.
Creadas por el arquitecto Brandon Jørgensen para una pareja retirada, la Oak Noll es, ante todo, una casa confortable. Posee una sola planta que se prolonga hacia el exterior a través de patios con mucha personalidad: uno, poblado de vegetación local; otro, protagonizado por obras escultóricas de carácter orgánico. Los aleros alrededor de la casa permiten disfrutar de las actividades al aire libre prácticamente todos los días del año. La elegante piscina remite más a un lago que a la típica piscina de una casa con jardín.
Pese a encontrarse en una gran extensión de terreno, el ala este de la vivienda comunica con una vía ruidosa, por lo que se ha optado por unas paredes gruesas que aíslan acústicamente. La cubierta de la casa está en armonía con el paisaje y proporciona sensación de privacidad y de protección. El proyecto refleja el entorno rural y suaviza los atributos urbanos, logrando el equilibrio ansiado.