Un techo verde discurre desde la ladera y se cierne sobre la casa, como un manto de naturaleza. La vivienda es casi invisible desde muchos ángulos, desaparece en el paisaje. De hecho, la forma en que ha sido diseñada y construida significa que al final de su vida se desintegrará y será "reabsorbida por la tierra"; está hecha casi en su totalidad de tierra y para la tierra, como declara poéticamente su autor, el arquitecto de origen belga Xavier Huyberechts, al frente de un estudio en Johannesburgo conocido por ser pionero en arquitectura sostenible.
Después de una larga búsqueda, Xavier y su hermano Damien encontraron a una hora en coche de la ciudad el lugar para construir su granja, un sitio antiguo y portentoso, el Vredefort Dome, en Sudáfrica. Allí impactó el meteorito más antiguo y más grande del planeta. Tiene más de dos mil millones de años y lleva el recuerdo de un evento crítico en el desarrollo de la Tierra que resultó en cambios climáticos trascendentales (una buena razón para construir de manera sostenible). La importancia del sitio y la oportunidad de ser su propio cliente inspiraron a Xavier a ir más allá y llevar la arquitectura sostenible a otro nivel. A ese nivel en el que el futuro depende del presente.