¿Puede una nueva distribución cambiar el aspecto de una casa hasta el punto de parecer otra? La respuesta es: Sí. Un piso antiguo ubicado en la ciudad israelí de Hod Hasharon vive una segunda juventud después de la reforma de Maya Sheinberger.
En la planta baja, destaca un espacio diáfano en el que se desarrollan el salón, el comedor y la cocina como partes de un mismo cosmos. Mientras que, en el piso superior, los hijos de la pareja (3) gozan de una nueva zona de estudio.
Mención aparte para la terraza, con un suelo mitad granito, mitad césped, y donde encontramos uno de los protagonistas de la vivienda: un robusto olivo que transmite serenidad.