Con la ilusión de construirse una casa para su jubilación, el propietario de esta casa prefabricada en Taiwán acudió a UZ Architecture, un estudio de un arquitecto español asentado en el país asiático. El punto de partida fue un presupuesto ajustado y el reto de diseñar una casa que tenía que ser construida en lo alto de una montaña entre dos valles. Lograr potenciar al máximo las increíbles vistas de la ubicación y, al mismo tiempo, integrar la vivienda en el entorno protegiéndola del clima caluroso fueron, probablemente, los mayores desafíos del estudio de arquitectura.
"Constructivamente hay dos factores que dieron forma al proyecto: las capacidades técnicas de los gremios de la zona, siempre teniendo que simplificar el diseño para ser capaces de ejecutarlo; y el difícil acceso rodado a la parcela, siendo una estructura de metal la solución constructiva más adecuada", explican desde UZ Architecture. El volumen, de 5 x 16 metros, sobrevuela la orografía existente ofreciendo un excelente refugio de dos plantas. Un diseño contemporáneo y abierto en el interior, con fachada y cubierta revestidas de un sistema metálico.