Esta casa de película es el perfecto refugio de invierno a orillas del Atlántico
Bajo un enfoque aparentemente minimalista, lleno de detalles de calidad y funcionalidad, Rick Joy Studio proyecta esta acogedora y singular casa de campo donde el tiempo parece detenerse.
Junto a un lago y frente a una bahía en forma de medialuna en el estado de Nueva Inglaterra (EE.UU.) es donde el estudio de arquitectura de Rick Joy, con sede en Tucson, ha proyectado uno de sus últimos trabajos. Se trata de una casa de campo de una sola planta, diseñada para una pareja ya retirada, que busca la máxima funcionalidad a partir de un diseño tan espectacular y contundente que resulta a la vez sereno y liviano. El granito blanco empleado en la fachada se remata con una cubierta maciza de forma trapezoidal, a base de tejas de pizarra, cuya disposición está diseñada para no seguir ningún patrón. Una vez dentro, previo paso por el cobertizo cubierto de cedro habilitado para poder estacionar el vehículo, el interior de la vivienda, sigue la estela dejada en el porche y se reviste de madera, tanto en suelos y paredes como en los altos techos que presiden la zona más pública de la casa. Una espectacular chimenea de más de siete metros de altura, y cubierta de la misma piedra que el exterior del edificio, actúa como columna vertebral del espacio. Así, la sala de estar queda a un lado de la chimenea, mientras que el comedor y la cocina están situados en el otro, provistos de un gran frente acristalado que se abre al paisaje exterior y deja entrar la luz natural así como las vistas al paisaje exterior.
En comparación con la grandeza y la apertura de los espacios más públicos, la parte más privada de la casa, compuesta de tres dormitorios, baños y un gimnasio, se concibe como un refugio. Las habitaciones están dispuestas alrededor de un pasillo central que actúa como galería donde se exhiben algunas de las obras de fotografía y arte de sus propietarios.