El estudio Nook Architects ha proyectado esta casa en la Costa Brava que rinde homenaje a la belleza mediterránea. Pese a la restauración, la fachada mantiene la combinación cromática de blanco y azul tan característica de la zona y, en el interior, los muebles aportan serenidad, fomentando la socialización.
Para inundarla de luz, se abrieron diversos huecos y los ya existentes se maximizaron para integrar el exterior en el interior. Con los ventiladores de techo se obtiene el frescor necesario. Las persianas y la pérgola de la terraza impiden que el sol pegue dentro de la casa, mientras que el nuevo mobiliario contribuye a que la vivienda resulte más confortable y acogedora al servir de elementos de distribución.