Casas de montaña

Una casa mirador en plena naturaleza

Esta fantástica casa moderna está situada en la base de un volcán de más de tres millones años. Ni la abrupta geológica ni la intensa pendiente del terreno han sido impedimentos para que el estudio Faulkner Architects haya realizado un proyecto arquitectónico totalmente fusionado con la naturaleza

14 de junio de 2020, 22:22

La casa, con una superficie útil interior de más de 800 m², se asienta en una extensa parcela con grandes peculiaridades, en Truckee, California. El proyecto está firmado por Faulkner Architects con interiorismo de Claudia Kappl-Joy.

El lugar de construcción tuvo una influencia significativa en el diseño de esta casa. En capas, con una intensa historia geológica en la base de un volcán de tres millones de años, el terreno posee una pendiente de 20 grados orientada al norte, a 6.300 pies sobre el nivel del mar.

El sitio, que consiste en sedimentos volcánicos de antiguos flujos y está cubierto de rocas de hasta 5 metros de diámetro, se encuentra en un puesto abierto de pinos Jeffrey de segundo crecimiento y abetos blancos. Las líneas verticales y plomadas de los troncos de los árboles, curtidos por años de nieve, alcanzan casi el cielo y son el escenario perfecto para una vivienda vacacional. Aquí los veranos son cálidos y los invierno muy fríos, convirtiéndose en un paraje ideal para practicar esquí alpino.

El vidrio rojo anaranjado sugiere el color del magma del volcán, haciendo referencia a la geología del sitio y ofreciendo un enfoque cálido. El brillo se extiende hacia el interior, bañando la entrada y la escalera central de cálida luz.

La forma singular del espacio principal recuerda la sensación de una cabaña de esquí más pequeña con un solo espacio para vivir y cocinar. Las habitaciones están ocultas detrás de una pantalla de nogal de California acústicamente tratada. El nivel de entrada cubierto de tierra alberga el garaje, la sala de juegos y el local de esquí. Los muros de concreto se extienden hacia la pendiente y brindan acceso al esquiador.

El interiorismo se basa en piezas de diseño contemporáneo y una iluminación muy cuidada. Claudia Kappl-Joy ha escogido muebles de Cassina, COR, Flex Form, HAY, Living Divani, MDF Italia, Minotti, Paola Lenti o Porro para vestir los espacios con un estilo sobrio y atemporal.

Los muros de hormigón aislados de 20 pulgadas de espesor, hechos de arena y sedimentos locales, van de suelo a techo para encerrar el espacio. Las aberturas de altura completa con puertas correderas acristaladas estructuralmente abren el ambiente a las brisas predominantes del suroeste.

La cocina se abre al comedor y éste al salón. Para integrarla al máximo en la atmósfera, se han escogido muebles y materiales elegantes que coordinan con la esencia de living de toda la planta principal. Las sillas de comedor revestidas en cuero son el modelo CAB, diseño de Mario Bellini para Cassina.

El mobiliario de cocina es de Boffi, las griferías de Blanco y los electrodomésticos de Gaggenau, LG y Subzero.

Para las terrezas exteriores se han escogidos muebles de Kettal y Royal Botania. En el centro de esta terraza, una chimenea proporciona calor para poder disfrutar de este espacio hasta en los meses de invierno.

Una gigantesca puerta pivotante da paso a la zona privada. Cuando está cerrada parece un muro más de la casa, mientras que cuando se abre, la habitación queda totalmente diáfana. Las manetas de las puertas son de Valli&Valli.

La cama se ubica en el centro de la gran sala, haciéndola transitable desde todos sus lados y encarándola a las vistas. La pared final de esta habitación es de cristal, fusionando de un modo magistral interior con exterior y viceversa. Acostado aquí, parece que estés durmiendo en pleno bosque, con todas las comodidades.

Este es uno de los baños de la casa, con muebles de Boffi y griferías de Toto. Madera, mármol y cristal es el trío de ases para hacer de este aseo un lugar donde querer pasar largos ratos.

En uno de los rincones del baño, la bañera ovalada exenta se ubica cerca de la entrada de luz natural. La arquitectura de la casa marca zonas iluminadas en el interior que se han aprovechado para colocar los elementos claves.

Terrazas y balcones como este, se abren al paisaje, preservándose del frío con cristales de seguridad. De esta manera, se puede gozar de la naturaleza en un clima siempre perfecto, nieve o caiga un sol de justicia fuera. Son como prolongaciones de los interiores, a medio camino entre la casa y el bosque.

La impresionante bodega de la casa, donde los propietarios guardan decenas de botellas de vino en las mejores condiciones.

Los muros de hormigón se extienden más allá del cálido ambiente interior para crear territorios exteriores de lo más acogedores. Y es que en esta casa, como se puede apreciar, la frontera entre dentro y fuera es difusa.

Hacia el este, una ranura estrecha dentro de la masa de la casa refleja el espacio continuo de la pista de esquí. Esta ranura conecta territorios de zonas independientes con varios niveles de privacidad dentro de la vivienda en su conjunto.

En respuesta al reciente peligro de incendios forestales en California, el exterior de hormigón y acero de la forma construida es resistente al fuego y requiere poco mantenimiento. La integración del diseño de sostenibilidad aquí se centra en la retención de energía. Los niveles de aislamiento mejorados, junto con suelos de calefacción radiante y equipos mecánicos de alta eficiencia mitigan el gasta energético.

La paleta de materiales es mínima, incluyendo concreto, vidrio y nogal. El basalto, utilizado para los suelos en todas partes, ayuda a unir la casa a las rocas volcánicas de basalto esparcidas por el paisaje circundante. El equipo de Faulkner Architects está especializado en la arquitectura que se adapta al terreno, y no al revés. Han sido y son muy respetuosos con los entornos naturales en los que se asientan sus proyectos, como en este caso. Esta vivienda posee tales muros de cristal que podría definirse como un mirador habitable.