La casa de la modelo Edie Campbell reinterpreta y actualiza el estilo rústico
La casa de campo fue diseñada por la madre de la modelo británica, que es arquitecta, y está decorada al estilo de la campiña inglesa pero en una clave moderna más depurada que actualiza lo que entendemos por rústico.
El puff triangular de algodón gris es de Zara HomeFoto: Zara Home
La firma Zara Home ha entrado en la casa de la modelo inglesa Edie Campbell en Northamptonshire para su nuevo editorial y no hemos podido evitar tener un flechazo inmediato gracias a su reintrepertación depurada del estilo de la campiña inglesa. La casa, de una planta, se encuentra en un paraje verde que disfrutar desde terrazas que se elevan sobre dos lagos como si fuera una isla y toma su inspiración de las granjas de la zona. La vivienda es rectangular, con una fachada formada con largas placas de cartón corrugado gris –el material de los graneros en esa región– y enormes ventanales de techo a suelo. Por fuera parece una granja más de la zona, por dentro es una confortable casa firmada por la madre de la modelo, la arquitecta Sophie Hicks.
La mesa del comedor, que Edie Campbell prepara para celebrar una comida de domingo, es el mejor ejemplo del estilo campestre contemporáneo que conforma el interiorismo de la casa. Rectangular, estrecha y minimalista, los asientos son una mezcla de diferentes sillas y taburetes que mantienen la armonía a través del uso de la madera. Imprescindible, cómo no, un ramo de flores frescas. El toque más moderno y rompedor de la estancia lo aporta la lámpara de techo escultural, casi como una pieza de museo.
El segundo lugar de reunión de la casa es, por supuesto, la chimenea, complemento indispensable de un refugio rural como este. De nuevo la modernidad y la tradición campestre se unen a través de los materiales con una chimenea de aires industriales. El aire romántico de un día en el campo viene dado por la ligereza de las cortinas blancas. A pesar de que las paredes, en color naranja terracota, y el sofá verde sean coloridos y no blancos, mantienen ese aire de tranquilidad y sosiego del resto de la vivienda.
Con solo ver una imagen del dormitorio es posible sentir la tranquilidad del campo, potenciado por las vistas a la naturaleza a través de los enormes ventanales que ocupan dos de sus cuatro paredes. Para los textiles colores neutros en blanco crudo, y el mobiliario de madera mantiene el tono claro natural.
La bañera verde es la pieza protagonista del baño, el toque de color que rompe con esa monocromía de blanco y madera y que hace un guiño a las plantas que encontramos por toda la casa. Como truco de estilismo, tomamos nota y copiamos la decisión de usar una escalera de madera apoyada contra la pared como toallero y colgador. Parece un elemento desenfadado y ocasional para rematar perfectamente este estilo rústico contémporaneo.