Aloha! Esta casa en Hawai es el paraíso
Ubicada sobre un flujo de lava endurecida, con vistas al mar y a la exuberante vegetación de Hawai, esta vivienda podría describirse como complejo familiar, ya que está compuesta por cuatro estructuras independientes, unidas por un hermoso patio
Ya lo decía Mecano: "Hawai, Bombay, son dos paraísos...". Pues bien, esta casa increíble está en uno de ellos, concretamente en la zona de Kona, al norte de Hawai. Este proyecto se ha creado con arquitectura de Walker Warner Architects e interiorismo de Philpotts Interiors. El complejo está rodeado por un campo de lava y pastos nativos.
La residencia vacacional está formada por cuatro estructuras independientes: una vivienda principal revestida de cedro, y tres módulos para hospedar a familiares y amigos con total comodidad y privacidad.
Las casas están unidas por un patio central del que salen diferentes caminos rodeados de vegetación, fuentes y césped. Cada una de las cuatro viviendas se conectan visualmente mediante grandes ventanales y terrazas.
"Lo llamamos "el pueblo", porque es una propiedad con cuatro casas unidas por calles, jardines y zonas comunes", señala Greg Warner, autor del proyecto, refiriéndose a la curiosa agrupación de cuatro estructuras separadas.
La casa está construida para descansar suavemente en el paisaje pero también para durar generaciones. "Ejecutamos una arquitectura duradera, en el sentido de la calidad del material pero también de la habitabilidad", dice Warner.
Las aldeas hawaianas tradicionales, típicamente organizadas en grupos sueltos, inspiraron tanto el plano del sitio de 1.5 acres como el estilo arquitectónico. La composición de columnas de acero, techos inclinados y aberturas romboidales de ventanas y puertas "representan una interpretación contemporánea de los primeros refugios de Hawai", dice Warner.
Cada unidad habitable es como un moderno cobertizo, con espacios interiores diáfanos de una sola planta, en los que los ambientes se suceden del modo más confortable y natural.
Las ventanas están enmarcadas en sapele caoba teñida. El cedro rojo occidental sirve como la madera dominante, tanto para el revestimiento como para el tejas del techo, ya que resiste el calor, la humedad y los insectos.
En el interior, el suelo de concreto teñido y ligeramente pulido mantiene las estancias frescas durante el día. Los espacios interiores fluyen sin problemas hacia el exterior. Los controles deslizantes con marco de sapelín se abren hacia los elementos y las ventanas operables giran para favorecer la ventilación cruzada.
El alto grado de apertura de la casa llevó a Philpotts-Miller a favorecer la tapicería acrílica teñida como solución "indestructible" para gran parte de los muebles. Un óleo sobre lienzo de Lee Kelly anima el conjunto de muebles de Christian Liaigre de la sala de estar, que incluyen una lámpara de roble y un sofá y sillones de wengué. Los listones del techo son de abeto Douglas blanqueado.
La isla y la mesa de la cocina están rematadas en mármol Cararra mate. Esta estancia da directamente a la terraza de la barbacoa, uniendo cocina interior y exterior. El mobiliario posee un estilo contemporáneo, con toques artesanales y materiales nobles.
El mobiliario es de Kettal.
"Debido a que la arquitectura está tan cuidadosamente construida y hay tanta textura natural, no tuvimos que cargar los interiores", continúa Philpotts-Miller, estudio encargado del interiorismo.
"La sala se despliega para convertirse en un porche", agrega Warner, señalando la continuidad de los materiales del suelo y el techo entre los interiores y los espacios al aire libre adyacentes. El estudio de la suite principal culmina en una sala de estar con una tumbona Charles y Ray Eames que ofrece vistas a Maui.
Este estudio es el lugar perfecto para trabajar en contacto directo con la naturaleza. La artesanía local está presente en este espacio mediante cuencos y utensilios tallados en madera de la zona.
La combinación de negro, madera y textiles aptos para exterior recrean ambientes tan vivos como este, con el rojo como protagonista.
Las tablas de surf personalizadas, una pintada a mano y la otra hecha a mano de Paulownia, cuelgan sobre la mesa Eero Saarinen de la sala de recreo.
Las sillas Navy de Emeco, en rojo, refuerzan el sentido lúdico de esta sala de juegos, con increíbles vistas al patio y al mar.
El dormitorio principal también está conectado con la tierra que lo acoge mediante detalles como los paneles de madera encalados en un banco de nogal o a través de una alfombra azul cielo y cojines a juego. El banco a los pies de la cama es de nogal macizo.
La casa está repleta de rincones con encanto como este, en el que mobiliario de diseño actual convive con referencias naturales de la isla. Los tonos imperantes son cálidos, con un fondo neutro.
El baño principal se abre al exterior, gozando de una luz natural privilegiada. La brisa de Hawai se cuela por estos interiores, dando paso a ambientes frescos y cálidos gracias a la sabia utilización de la madera en mobiliario hecho a medida.
Las paredes de concreto y los listones de cedro encierran la bañera de concreto fundido personalizada que se encuentra en el patio del baño principal.
Las distintas construcciones tipo cabaña se conectan mediante caminos que parten de un patio central. Las líneas inclinadas que dibuja la arquitectura forman marcos dinámicos para la luz y las vistas.
La vivienda principal se empuja hacia el borde del mar, mientras que las casas de invitados, que contienen las dos suites de huéspedes y las áreas de relajación comunales, se encuentran más atrás en la propiedad. Las habitaciones de la suite de invitados se abren a terrazas privadas con paredes de concreto para aislamiento adicional.
Las casitas para invitados está equipadas al detalle. Vamos, ¡que quién fuera amigo o familiar de los propietarios para poder disfrutar de unos días en este paraíso!
En este baño la madera lo coloniza casi todo, a excepción de la encimera del lavabo en gris cemento.
Los exteriores de este complejo familiar realizado por Walker Warner Architects son de una extraordinaria belleza. Realmente parece un pequeño pueblo hawaiano, pasado por los filtros de la modernidad.
Un estanque koi es el punto focal del patio entre la sala principal y las vainas de la suite principal. El paisajismo ha sido uno de los puntos más notables de este proyecto, y el estanque todo un acierto.
En esta fotografía puede apreciarse el sistema de caminos por los que se llega a las diferentes cabañas. Esta filosofía responde a la necesidad de compartir momentos con los familiares y amigos, sin perder intimidad. Vamos, estar juntos pero no revueltos.
Diferentes comedores y salas de estar al aire libre se encaran hacia el océano para poder gozar de su intenso azul y la brisa marina.
Y como imagen final, este atardecer hawaiano que los propietarios de la finca pueden saborear desde este punto con fogata y tumbonas. Lo dicho, el paraíso en la tierra.