En esta casa, el centro de atención es un gran patio para reunir a la familia
No muy lejos de Melbourne (Australia), Porter Architects ha creado una vivienda rústica en clave contemporánea para una joven familia
Melbourne es una ciudad de la que estamos enamorados. Por alguna razón que no acabamos de comprender, este rincón de la lejana Australia se ha convertido en un referente del buen gusto internacional. Esta vivienda es buen testimonio de su glamour burgués sin pretensiones. Construida por el estudio Porter Architects, se encuentra en una ciudad de las afueras, en Ballarat, en un parcela rodeada de árboles aborígenes.
Durante el invierno austral –nuestro verano– disfruta de una hermosa luz natural y su posición elevada y sus amplias estancias abiertas hacen que se beneficie de una refrescante ventilación natural, al tiempo que el gran patio interior se protege con su pérgola del sol y de noche sirve como una agradable extensión de la casa, bien a resguardo. Cuando se pone el sol, las luces de la ciudad tachonan los grandes ventanales de las habitaciones y, al salir este, dan la bienvenida a una luz melancólica, no directa, a través de los eucaliptos.
La construcción la determinó un entorno plagado de koalas frente al que se reaccionó con una rigurosa fachada. Se organiza la casa en cuatro áreas: una zona de entrada que sirve como área de transición y circulación, una de vivienda pública, una privada para dormir y de servicios, y un gran patio privado (al cual desembocan todas las demás).
La casa está revestida con listones verticales de madera local para emular al bosque, mientras que la luz y las sombras cambian en el aspecto del revestimiento a lo largo del día. El juego de texturas continúa en el interior: los tablones del suelo son de madera reciclada, mientras que la carpintería, a cargo de un artesano del lugar, llena de carácter el hogar. La piedra de travertino en la cocina brinda los tonos cálidos, mostrando capas geológicas que se suman a la experiencia del material.