Una casa flotante y prefabricada para vivir sobre un lago en Hungría

Una casa flotante, para vivir sobre las aguas del Tisza, el lago artificial más grande de Hungría, diseñada por el arquitecto Tamás Bene

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Orillas del lago Tisza y la casa flotante diseñada por Tamás Bene

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Amarrada en un muelle, la embarcación que habita una joven pareja enamorada del lugar

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El diseño de la casa flotante se ha basado en una limpidez escandinava y en las necesidades prácticas de una vivienda

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Varios ojos de buey y una ventana que mira a proa iluminan ampliamente el hábitat

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Natación y pesca, observación de aves y senderismo, y todo desde la casa flotante

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La cabecera de la cama es una ventana que mira a proa, y a todo el paisaje

Casita en un barco en el lago Tisza

La casa flotante diseñada por Tamás Bene navega, lánguida, por las aguas del lago Tisza

El lago Tisza forma parte del Parque Nacional Hortobágy, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y región idílica para paseos en bote, ciclismo, senderismo, observación de aves y otras actividades de ocio ligadas a la naturaleza. El lago fue desarrollado en los años setenta como pieza de un sistema de riego regional y, rodeado de canales y arroyos sinuosos, islotes de nenúfares y una alucinante diversidad de aves y peces, atrae como un imán a los amantes del mundo natural. Es el caso de la pareja que alegró al arquitecto Tamás Bene, al encargarle una casa flotante para vivir en el lago artificial más grande de Hungría. El proyecto de una vivienda móvil no llega todos los días a un estudio, y Bene aprovechó la oportunidad. Auscultó la sensibilidad de los clientes. Canalizó el amor de la pareja por el lugar para definir la configuración compacta como un retiro íntimo en que se difuminan los límites entre el espacio privado y el lago, el cielo, los nenúfares, los pájaros…

Una conexión profunda con la naturaleza, a cualquier hora del día o de la noche, sin casi moverse de la pequeña cocina, del salón-comedor que se convierte en dormitorio, con una gran ventana delante de la proa y varios ojos de buey. Y una limpidez escandinava en el diseño, basado en el uso predominante de la madera y en las necesidades prácticas y no en meros caprichos, ya que el verdadero espectáculo es allí la naturaleza, la flora y la fauna, los visitantes de fin de semana o de vacaciones también sensibles a esa proliferante vida orgánica. Y qué mejor que flotar o navegar lánguidamente por las aguas mansas del lago…

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