"Es Pou de Can Marianet Barber" es un topónimo histórico del interior de la isla de Formentera. Rodeada de actividad agrícola y de una trama de muros centenarios de piedra seca, la casa se ha situado en una parcela rural orientada al sur y protegida del sol de poniente por una masa de vegetación. El proyecto de Marià Castelló se fragmenta en tres volúmenes, que ordenan espacios y funciones a la vez que proponen proporciones acordes a la escala del paisaje. De sur a norte, el primer cuerpo brinda un porche que ampara del rotundo sol de la isla en verano; el segundo se ha destinado a la función social y el tercero dispone de dos dormitorios.
Franjas transversales separan los volúmenes y benefician los interiores con rachas de agradables brisas y con luz natural, además de facilitar las conexiones. Un aljibe, ubicado delante de la vivienda, abastece de agua y, en los meses más fríos del invierno, los propietarios le encuentran la grata función de solárium. Desde el interior y desde el porche, el ojo descubre profundas perspectivas hacia los campos de trigo y de avena, hacia el color quemado de la tierra y el verde de los almendros y las higueras. Pero el paisaje –he aquí la gema del proyecto- está allí fuera pero también dentro, en los espacios de la casa. La luz, el color y la materia naturales se adueñan de los interiores a través de la cerámica y de la madera. Y el calor de la tierra llega al techo de bovedillas de tipo mallorquín y a los pavimentos de baldosas de terracota prensada.