Alaró es un pueblo mallorquín de calles empedradas a los pies de la sierra de Tramontana. Allí se encuentra esta casa tranquila que acaba de someterse a una reforma integral. Le echaron el ojo Josephine Du Rietz, responsable creativa de la firma de diseño y arquitectura Durietz Design & Development, y su marido Christoffer, al frente de los dibujos arquitectónicos, el diseño de muebles y la gestión de proyectos del estudio. Suecos y residentes en Mallorca desde 2016, los Du Rietz realizan encargos, pero también ponen a la venta proyectos propios de residencias privadas como esta, una casa adosada centenaria de 600 metros cuadrados que exuda elegancia y tradición.
Ubicada en el centro de Alaró y con un generoso y soleado patio de 420 metros con vistas a los picos montañosos, la construcción fue en origen (1910) un almacén de aceitunas y almendras de grandes fincas, y luego mudó de piel como fábrica de zapatos, oficina y modesta residencia para varias familias que ni siquiera hacían uso de todas las estancias. Hoy, ya convertida en hogar de lujo después de 20 años de abandono y tres de obras, dispone de cinco habitaciones dobles, una sala de yoga, una oficina y un garaje para dos coches, todo ello en tres niveles y con los aposentos amueblados hasta el último detalle. "Está hecha para una gran familia que reciba a amigos y familiares que vayan a cenar y a quedarse", dice Josephine.
El matrimonio sueco, que tuvo que tirar de paciencia para obtener todas las licencias necesarias para iniciar la obra, ha mantenido la arquitectura original de la casa, de herencia mallorquina. Uno de sus rincones más apetecibles es la terraza techada con aberturas arqueadas que mira hacia el amplio patio trasero, en el que se ha instalado una piscina de diez metros de largo por cuatro de ancho con tumbonas y un jardín. Elevada sobre el antiguo depósito de agua que corre a lo largo del lado oeste de la parcela, la terraza es perfecta para desayunar con los primeros rayos del sol. Dentro, la vivienda guarda toques añejos y con encanto, como chimeneas de piedra y tallas de madera. "El travertino italiano y el nogal fueron el tema principal del proyecto de reforma, pero, por supuesto, siempre conservamos los elementos antiguos, como puertas, vigas y baldosas", concluye Josephine Du Rietz.