La metodología habitual del equipo de Bates Masi + Architetcs consiste en investigaciones exhaustivas acerca de las connotaciones arquitectónicas, medioambientales y hasta históricas del sitio de cada proyecto. Para esta casa, llamada Stony Hill y destinada a una familia joven de Amagansett (Long Island, Nueva York), un pequeño pueblo fundado en 1680 por los primeros colonos ingleses y holandeses. Antes que ellos, los pobladores nativos americanos habían despejado para coto de caza la colina pedregosa, entre el bosque y la pradera. Los colonos construyeron allí sus casas y dedicaron la tierra restante a pastoreo comunal, dividiéndola en secciones y trasladando el ganado de una parcela a otra, para emparejar su uso. En homenaje, pues, a la historia agraria del sitio, Bates Massi también ha dividido la parcela en zonas. Cada una, con una clase diferente de gramínea, a distinta escala y densidad. Los hierbas y los arbustos altos actúan como un amortiguador visual y acústico de la carretera y los pastos a media altura son una pantalla que protege la casa desde la entrada. Y, hacia la parte posterior de la parcela, el césped bajo y la cubierta vegetal ofrecen una vista abarcadora del lugar.
En coherencia con este tratamiento del terreno en zonas, el proyecto de la casa se divide en volúmenes de distinto tamaño, cada uno relacionado con un matiz del paisaje y una función específica: espacios públicos y privados, para invitados y para servicios. Bates Masi + Architects ha creado estructuras a dos aguas, (alusión al tipo de granero local) pero abriéndolas de un lado para atraer la luz y, también, para incorporar un gesto contemporáneo a la arquitectura tradicional.