Una casa australiana inspirada en el Mediterráneo
El estudio Luigi Rosselli Architects parte del clasicismo mediterráneo originario de esta villa de los años 20 y lo reinterpreta bajo volúmenes envolventes, materiales de alta calidad y soluciones de vanguardia
Tomar como punto de partida una vivienda de la década de los años 20, con claros referentes art déco, y darle un tratamiento actual, bajo una perspectiva y con unas soluciones contemporáneas, puede dar como resultado una mezcla tan rompedora como singular. En este sofisticada villa situada en la ciudad australiana de Sídney, esta sorprendente fusión de estilos parte de una gran construcción de ambiente clásico y neutral, para introducir elementos que trascienden casi la idea del tiempo y cambian las pistas visuales preconcebidas.
Luigi Rosselli Architects, responsable del proyecto en colaboración con el estudio de diseño interior Alwill, ha llevado a cabo importantes mejoras estructurales en la vivienda, creando un vínculo directo con un nuevo jardín, añadiendo una habitación en el ático y una piscina en el patio trasero, y reubicando el garaje existente en el sótano. Otra adición significativa fue la nueva escalera que conecta los dos nuevos niveles con el resto de la casa, proporcionando una elegante subida a los dormitorios de las plantas superiores. En la planta baja, los arquitectos han sustituido las pequeñas ventanas de madera originarias por grandes aberturas con marco de acero que ofrecen vistas despejadas de un nuevo jardín diseñado por Myles Baldwin Design.
Los interiores ideados por el estudio Alwill llevan las propuestas al siguiente nivel con una rica y compleja paleta que armoniza con la estructura original de la casa, logrando que en ocasiones sea imposible discernir entre lo que forma parte de la historia y aquello que es fruto de la modernidad. Partiendo de una carpintería de roble ahumado los interiores de la casa se visten con cortinas de lino, alfombras de alpaca, superficies de mármol y cuero, latón envejecido, espejos oxidados, yeso pulido y paneles de madera maciza. Todo ello para crear estancias acogedoras, de refinada elegancia, cuya sensación general es de calidez y calma, con un toque extra de majestuosidad. Superada la escalera de nueva construcción en forma de cinta colgante se llega a la primera planta donde se ubican los dormitorios. Para los dormitorios infantiles se ha apostado por una personalización a base de colores pastel mientras que para el dormitorio principal se ha partido de un juego de texturas y materiales, claramente evocador. Este se acompaña de un imponente cuarto de baño, oculto tras cerramientos correderos de cristal texturizado y presidido por una gran bañera exenta. Cada aspecto del diseño de la casa ha sido cuidadosamente trabajado por el propietario con el objetivo de dotar a la villa de todo su esplendor. El resultado es una vivienda acogedora, luminosa y refinada, en la que no falta detalle.