Una casa de arquitectura esencial diseñada por Vincent van Duysen
Haciendo honor a su lenguaje esencial, Vincent Van Duysen ha diseñado esta casa con volúmenes elegantes de piedra blanca que cobijan interiores en los que reina la misma atmósfera serena del entorno rural.
En medio de un paisaje rural flamenco que abunda en granjas y graneros destaca esta casa contemporánea de estilo racionalista y configurada con tres volúmenes fragmentados, según el proyecto del arquitecto belga Vincent Van Duysen. El tributo a la tradición se manifiesta a través del diseño prototípico de las cubiertas a dos aguas propias de las edificaciones del entorno. El enfoque racionalista aparece acentuado por una volumetría cubista, con la fachada y los tejados revestidos con piedra blanca natural, evitando elementos ornamentales. Bellas ventanas panorámicas se abren al paisaje rural y se distribuyen alrededor de un patio central semicerrado, que permite a los propietarios disfrutar tanto de los interiores como del exterior, protegidos de los ásperos vientos característicos de la región y aprovechando la mejor orientación posible. La piedra blanca tiende del pasillo hacia el exterior, acentuando así su función de eje conectivo con la piscina y, más allá, con la fuente de agua adyacente. Los trabajos de Vincent Van Duysen se caracterizan por la integración de saberes que coadyuvan en la creación de una vivienda, en todos sus aspectos: el proyecto constructivo, el concepto distributivo, el diseño de interiorismo y de sus elementos funcionales. Disciplinas que se combinan para lograr espacios donde brilla lo esencial. El uso de materiales puros y con rasgos sensuales genera ambientes claros y atemporales, cuya finalidad es el disfrute de sus habitantes. Al tener en cuenta a la vez el contexto y la tradición, la experiencia sensorial y funcional, la durabilidad de los elementos y la comodidad física en los desplazamientos, cada proyecto se convierte en una vivienda con personalidad propia. Se trata de un lenguaje arquitectónico que reverencia la estética, pero se resiste a las tendencias caprichosas y a las modas pasajeras. Nociones que pueden apreciarse en estos interiores flamencos con “vacíos” que serenan el ánimo y llenan de placer la mirada. La composición cubista exterior, las líneas rectas y quebradas de las estancias, la luminosidad y la fluidez, la piedra blanca, los acabados de roble blanqueado y de yeso construyen la “esencia” del proyecto.