Una casa en el árbol para disfrutar (más si cabe) de Costa Rica
Asentado junto a playa Hermosa, el proyecto de Olson Kundig Architects asoma en plena jungla al natural y bajo parámetros de sostenibilidad.
El arquitecto Tom Kundig, del estudio Olson Kunding es el artífice de este inspiradora vivienda situada en Costa Rica, junto a las aguas del Pacífico. Construida completamente de madera de teca recolectada en el lugar, la vivienda se adentra en plena selva, quedando rodeada de densa vegetación a lo largo de los tres niveles que conforman el proyecto. Si bien la planta baja de la casa queda a pie de bosque destinándose a zona de día, la primera planta y la segunda planta, donde se ubican los dormitorios, quedan dentro de los árboles y por encima de ellos, respectivamente. Todo ello enclavado junto a playa Hermosa, al noroeste de Costa Rica. Un lugar idílico ante cuyo belleza, el estudio encargado del proyecto, con sede en Seattle, había de responder con un proyecto igualmente ‘hermoso’.
Los propietarios son unos grandes apasionados del surf y del ecologismo, y ello se extrapola en la propia vivienda, reflejo de su compromiso por la gestión sostenible del territorio en Costa Rica. “El proyecto deja una huella relativamente ligera y natural sobre el paisaje, tanto en el lugar en sí, como en el uso de materiales locales disponibles que ayudan a avanzar en la gestión ambiental de Costa Rica ”, comenta el artífice del proyecto Tom Kundig. A efectos reales, la vivienda, proyectada como una cabaña, se abre al aire libre gracias a sus cerramientos de madera correderos, dispuestos de suelo a techo, permitiendo que el paisaje costarricense se convierta en un elemento más del proyecto. Se parte de la vegetación de la planta baja y se remata con vistas excepcionales del ir y venir de las olas del océano desde el nivel superior.
Todo ello bajo un diseño pasivo, dejando que la casa respire y que la atmósfera del entorno entre en la casa, a la vez que el acondicionamiento ambiental se lleva a cabo mediante procedimientos naturales. Los diferentes niveles están completamente abiertos a los elementos con un manejable sistema de cerramientos de madera, que brindan luz natural y ventilación natural, pero también la privacidad y seguridad cuando los dueños están ausentes. Un conjunto fotovoltaico de 3.5 kw y un sistema de recolección de agua de lluvia hacen que la huella de la casa sobre el territorio resulte más liviana. El resultado es una cabaña que se extiende hacia el exterior, integrándose en el paisaje con determinación y respeto.