El secreto de la inspiración alpina de esta casa en Praga
Dos edificaciones que se unen bajo un techo de cristal y envueltas de madera natural. Así es el singular proyecto del estudio checo Atelier 111 architekti
En medio de una tranquila zona residencial del distrito de Jinonice, en la ciudad de Praga, se emplaza uno de los últimos proyectos del estudio checo Atelier 111 architekti. Se trata de una casa unifamiliar que sustituye una antigua vivienda abandonada que había ido creciendo con pequeñas edificaciones adicionales junto a un jardín inclinado. El carácter original de la zona se mantiene con las piedras originales que conectan la calle con la entrada de la casa, y que a su vez conducen hacia la zona principal de la vivienda, compuesta por dos nuevas estructuras.
Con la fachada frontal justo en la calle, el diseño de la casa está bastante hermético, a excepción den gran panel acristalado que se abre en la estructura más elevada. Una vez en el interior de la vivienda, las aperturas a la calle se suceden en las diferentes estancias, ya sea a modo de lucernario en el techo o con grandes cerramientos acristalados que asoman hacia la parte posterior de la vivienda. De este modo, la vivienda se llena de luz natural y establece un diálogo con el exterior al mismo tiempo que preserva la intimidad de la vida familiar.
Las diferentes estructuras que dan forma al conjunto de la vivienda presentan un denominador común en forma de paredes blancas y cubierta de tejas, en el exterior, y de suelos y carpintería de madera, en el interior. Tras acceder a la vivienda y superar una espectacular escalera de caracol, los diferentes ambientes se suceden de forma fluida gracias a la proyección por parte de Atelier 111 architekti de espacios diáfanos y de aspecto sereno, donde un mobiliario hecho a medida se encarga de optimizar los 318 m2 de superficie disponible y proveerlos de compactas zonas de almacenamiento sin necesidad de sobrecargarlos.