El secreto de la inspiración alpina de esta casa en Praga

Dos edificaciones que se unen bajo un techo de cristal y envueltas de madera natural. Así es el singular proyecto del estudio checo Atelier 111 architekti

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Vista desde calle con los tres módulos de fachada blanca y ventanas de diferentes dimensiones

En el histórico barrio de Jinonice, en la ciudad de Praga, se encuentra esta vivienda, proyectada por el estudio Atelier 111 architekti.

Lateral fachada exterior al atardecer

La construcción se basa en una composición residencial de geometrías contemporáneas teñidas de blanco y dispuestas a lo largo de una estrecha calle.

Interior de vivienda en blanco con carpintería en madera natural, plafones en el techo y escalera de caracol

El nuevo diseño conserva solo la parte más antigua de la construcción original hecha de piedras orientadas hacia la calle y la utiliza como entrada a la planta principal de las dos nuevas estructuras que le dan forma.

 

Escalera de caracol revestida de madera en su parte interior, baldosas de suelo hexagonales, pared de ladrillo visto

Una vez dentro de la vivienda, llama la atención la escultural escalera de caracol, con el interior de madera, que se alza a sus anchas dentro del espacio vacío, entre paredes de ladrillo pintadas de blanco.

Zona de paso con suelo de madera, techo de cristal, armarios y estantería empotrada a pared

La parte superior de las escaleras conduce a una zona de paso, equipada con armarios y estanterías hechos a medida, que conecta con la zona pública de la vivienda.

Tarima exterior de madera, tabique de cristal hacia interior con butaca, silla y armarios y estantería a medida.

Tanto los suelos como el mobiliario presentan un acabado en madera, lo que otorga una sensación de calidez al ambiente que se abre al exterior a través de cerramientos acristalados.

Armarios y estantería de madera natural, suelo y taburete de madera, techo de cristal

El techo acristalado de esta zona de paso permite ver el azul del cielo y deja que la luz natural bañe el espacio interior.

Cocina abierta con isla de madera, techo a dos aguas, mesa de comedor con sillas de madera

El pavimento y el techo de madera, donde se ha abierto una claraboya, están unidos por las paredes y la cocina de color blanco. Todo ello en un espacio diáfano, de ambiente sereno y estética armoniosa.

Isla de trabajo y taburetes de madera, vigas y techo de madera, mobiliario de cocina en blanco

El techo inclinado abierto hace que la cocina y el comedor parezcan más grandes de lo que realmente son.

Dormitorio infantil revestido totalmente de madera con altillo

Las estancias infantiles se han ubicado en la parte más alta de la vivienda, jugando, así, con el techo a dos aguas para crear una zona de juegos a modo de buhardilla en la parte más alta.

Zona de estar con sofás grises de formas ergonómicas, mesita de centro, paneles correderos hacia cerramiento acristalamiento

Todas las salas de estar, incluidas las habitaciones de los niños, tienen una conexión directa con el jardín inclinado.

Zona de trabajo con mesas, silla y estantería de madera junto a apertura exterior de cristal.transparente

Unas puertas correderas sirven para aislar el espacio destinado a zona de estudio, equipado con mobiliario personalizado y rematado por un amplio frente acristalado que conecta visualmente con el exterior de la vivienda. 

Cuarto de baño con revestimiento en blanco hexagonal, mobiliario suspendido en negro, grifería en negro

El cuarto de baño apuesta por un binomio cromático donde el blanco de los revestimientos de formas hexagonales contrasta con el negro de mobiliario y grifería. 

Módulos de la vivienda desde exterior con grandes cerramientos acristalados

Frente al pseudohermetismo que presenta la vivienda desde la calle, las diferentes estancias se abren hacia la parte trasera de la casa, estableciendo una comunicación visual y física entre los diferentes módulos.

Vista de dormitorio desde exterior con cerramiento acristalado, suelo de madera, armario de madera, plafón en techo

El dormitorio principal cuenta con un amplio espacio de geometrías perfectas, equipo con una simple cama y una sucesión de armarios que separan la zona propiamente de descanso del vestidor, situado en el otro extremo de la habitación. 

Piscina y parcelas a diferentes alturas en parte posterior vivienda

El nivel superior de la vivienda tienen conexión directa con el jardín inclinado de la parte trasera y está protegido de la calle por la masa de la casa.

Vista cenital de vivienda y parcela con tres módulos independientes

Las dos secciones que componen la construcción comparten la misma estética a base de color blanco para paredes y tejas cerámicas de cola de castor a lo largo del techo.

En medio de una tranquila zona residencial del distrito de Jinonice, en la ciudad de Praga, se emplaza uno de los últimos proyectos del estudio checo Atelier 111 architekti. Se trata de una casa unifamiliar que sustituye una antigua vivienda abandonada que había ido creciendo con pequeñas edificaciones adicionales junto a un jardín inclinado. El carácter original de la zona se mantiene con las piedras originales que conectan la calle con la entrada de la casa, y que a su vez conducen hacia la zona principal de la vivienda, compuesta por dos nuevas estructuras.

Con la fachada frontal justo en la calle, el diseño de la casa está bastante hermético, a excepción den gran panel acristalado que se abre en la estructura más elevada. Una vez en el interior de la vivienda, las aperturas a la calle se suceden en las diferentes estancias, ya sea a modo de lucernario en el techo o con grandes cerramientos acristalados que asoman hacia la parte posterior de la vivienda. De este modo, la vivienda se llena de luz natural y establece un diálogo con el exterior al mismo tiempo que preserva la intimidad de la vida familiar.

Las diferentes estructuras que dan forma al conjunto de la vivienda presentan un denominador común en forma de paredes blancas y cubierta de tejas, en el exterior, y de suelos y carpintería de madera, en el interior. Tras acceder a la vivienda y superar una espectacular escalera de caracol, los diferentes ambientes se suceden de forma fluida gracias a la proyección por parte de Atelier 111 architekti de espacios diáfanos y de aspecto sereno, donde un mobiliario hecho a medida se encarga de optimizar los 318 m2 de superficie disponible y proveerlos de compactas zonas de almacenamiento sin necesidad de sobrecargarlos.

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