La buhardilla con más encanto de Lisboa
BA Apartamento en Lisboa (Portugal), de Atelier Data
La decadencia de Lisboa muchas veces se confunde con el esfuerzo por cuidar el legado patrimonial de la ciudad sin que se note demasiado, pues siempre se lleva a cabo con mucha delicadeza y con los medios justos. Es el orgullo del humilde, que huye de la pretenciosidad y los aspavientos, y de ahí surge la gran calidad de la arquitectura portuguesa. La remodelación de este apartamento en un barrio de los años 30, llevada a cabo por el estudio Atelier Data, es otro ejemplo de gran sabiduría en la rehabilitación del pasado en el país vecino, sin tratarse siquiera de un inmueble de especial significación histórica.
El piso ocupa los dos últimos pisos de un edificio de viviendas, beneficiándose de vistas que desde el noreste se dirigen hacia el paisaje urbano y al sureste están dominadas por las grandes copas de los árboles que crecen en un jardín vecino. Su posición estratégica llevó a centrarse en la readaptación espacial y funcional para explorar la continuidad de espacios. Así, el programa dejó en la planta baja las áreas sociales –terraza, salón, comedor, cocina, biblioteca– junto a las áreas de servicio, mientras que los dormitorios quedaron en el último piso abuhardillado, la cueva primigenia. El hueco de la escalera se tapa a placer para alcanzar la máxima intimidad.
A fin de aprovechar la entrada de luz natural se combinó la pintura blanca en las paredes con el parqué de madera en el suelo; los típicos azulejos se reservaron para la terraza. Otra inteligente acción fue poblar esta de plantas, fáciles de mantener gracias al idílico clima lisboeta, húmedo, soleado y templado. La unidad espacial del salón con la cocina se consigue en gran medida gracias a una larga pared-almacén que sirve para diversas funciones según avanza: biblioteca, armario de alimentos y vajilla, hueco para los fuegos, etc. Las viejas vigas pintadas de blanco discurren en posición perpendicular dando sensación de espacio en todos los ángulo.