Un balcón al Retiro
Rehabilitación de apartamento en Madrid, por Lucas y Hernández-Gil
Ni más ni menos que nueve eran los balcones que lucían en la fachada de este piso de 160 metros cuadrados cercano al Parque del Retiro, en Madrid. Y eran nueve, pero la disposición original del espacio no daba valor a esta diferencia y virtud, sino que más bien la tapaba. Muchísimas habitaciones pequeñas, compartimentos innecesarios, tabiques y una distribución totalmente longitudinal no permitían percibir que lo atípico era valioso. La vivienda de finales del siglo XIX necesitaba mirarse con otros ojos, y eso es lo que hizo el estudio Lucas y Hernández-Gil Arquitectos, que han logrado pulir un diamante en bruto aplicando la generosidad en los espacios y aplaudiendo un hecho como que la casa tenga nueve balcones. Bienvenidas rarezas.
Una de las primeras gestiones que se hizo en esta reforma fue diferenciar muy claramente las dos zonas: la de día y la de noche. En la de noche se han construido tres habitaciones dobles y tres baños a los que se accede gracias a un pequeño pasillo y todos los dormitorios tienen, lógicamente salida exterior: ¡poderoso balcón! En el otro extremo de la casa, pero contigua a la zona de noche, luce una bellísima área que comprende la cocina, el comedor y la sala de estar, un conjunto de día diáfano y luminoso que se ha dibujado sin tabiques, solo con algunos muebles, una recuperada chimenea, y módulos hechos a medida que actúan como divisorios. En su extremo, y aprovechando la esquina natural de la fachada de la casa, se sitúa la sala de estar… y tres balcones.
Lucas y Hernández-Gil Arquitectos han querido homenajear lo que esta casa fue en su día utilizando materiales presentes en el proyecto original. Es el caso de la madera, que cubre el suelo con arte ya que se ha colocado al bies para darle aún más carácter al espacio, y con la que se han fabricado algunas de las separaciones principales de la zona de día, que luego se han pintado de blanco. Y es también el caso del mármol, que cubre con elegancia los baños y nos transporta a lo que se vivió entre las mismas paredes hace más de cien años.