Bañada por el sol de Ibiza
Casa de vacaciones familiar con vistas al mar de los estudios SAOTA y ARRCC
Sobran los estímulos para vivir en Ibiza, en cualquier época del año y en cualquier parte de la isla. Algunos prefieren la ciudad y la noche, los lugares de placer social. En cambio, otros –como la familia que habita esta casa, proyectada conjuntamente por el estudio de arquitectura SAOTA y de interiorismo ARRCC, ambos liderados por Mark Rielly– prefieren la tranquilidad de las urbanizaciones verdes, volcadas sobre el mar en un punto de la costa desde donde se divisa la forma alargada de Formentera.
Por eso, para disfrutar de la casa y de todos sus espacios, el proyecto desarrolla una minuciosa coherencia entre los interiores y las zonas del exterior. Empecemos por esto último ya que es aquí –en los porches techados y descubiertos, en la piscina y en los parterres escalonados del jardín– donde se expresa con fuerza la ambición del proyecto: la creación de lugares para mirar el mar, nadar y estirarse al sol en una zona de relax (con una valla transparente que atempera el viento) situada debajo de la piscina.
Es el paisajismo escalonado, organizado por zonas con progresión de vegetales o de equipamientos para el ocio, lo que construye y ofrece un espectáculo de planos cautivadores que se suceden hasta el mar. Y una sincronización de planos horizontales y verticales con retranqueos en distintos materiales (madera, hormigón blanco, piedra...) dibuja las fachadas, en una clara estilización contemporánea de las construcciones mediterráneas tradicionales.
Los interiores son despojados, con superficies lisas por donde la mirada se escapa, inevitablemente, hacia los centelleos y las ondulaciones del mar. En estos espacios blancos, los materiales naturales cobran una expresividad suave y vigorosa. La pared de piedra del baño, con sus espejos y sus piezas de porcelana blanca y metal cromado, proporciona un fondo de calma sólida. Una solidez que se suaviza un poco más a través del pavimento de madera clara. De manera similar, la tarima y el cabecero de madera del dormitorio cobran una importancia escénica extraordinaria, en un entorno de sutiles grises.