Un ático para millennials
Esta vivienda, a medio camino entre un loft y una matrioska, está situada en el centro de Madrid y tiene todo lo que necesitas, incluído piscina.
Todos hemos soñado con un ático para verlo todo desde lo más alto, tener una perpectiva privilegiada de la ciudad y que el sol nos toque de cerca. Esta reforma obra del estudio Gon-architecs, hace realidad esta quimera. Un piso ubicado en la planta superior de un edificio de la calle Conde Duque de Madrid, confeccionando a medida para uso y sobre todo disfrute de su dueño.
Sus creadores lo encuadran a medio camino entre un loft y una matrioska. Lo que está claro es que este piso ha sido diseñado teniendo en cuenta el pragmatismo, las estancias han sido difuminadas y dotadas de múltiples funciones sin nada que delimite los espacios para que todas ellas puedan mantener un diálogo armonioso. Una casa concebida para el hedonismo y el carpe diem en la que disfutrar de la calidez del hogar junto a la chimenea, los días más fríos del invierno, un desayuno o una sobremesa en la terraza o un baño en la piscina.
El sistema de almacenaje, un mueble-cofre de madera que ocupa el centro, es el nexo de unión entre ambos mundos; un elemento de juego: esconde entre sus puertas un acceso secreto al baño, creando en la casa un lugar de sorpresa y misterio.
Los límites del espacio doméstico, una jardinera lineal de más de diez metros de longitud y dos terrazas orientadas al sur, son paisajes vegetales planteados como dispositivos artificiales que disuelven las fronteras entre lo público y lo privado, lo interior y lo exterior, la casa y la ciudad.
Un ático millennial que atesora en su imterior lo básico y lo justo, pero todo ello escogido por su belleza y su posible perdurabilidad en el tiempo, con ambientes más eclécticos que mezclan muebles de diseño con otros más económicos, varios estilos, orígenes y épocas de un modo natural.
Un hogar que, lejos de ser un espacio de representación y apariencia, por encima de todo busca la celebración de un lugar para la vida.