En las imágenes que ilustran este reportaje –un ático de dos plantas– no aparece el entorno sino a través de la luz natural que lo vivifica. Es la luz de Madrid, que inunda el patio interior y, desde allí, se propaga en abundancia por el resto del piso. Ese patio está situado en uno de los extremos de la planta alta. Teniendo en cuenta que el extremo opuesto de ese espacio es justamente la ancha abertura que asoma, volcada sobre el comedor y el estar, en la planta baja, se comprende cómo esa luz, proveniente del patio, se propaga por la planta alta y desciende a la inferior, donde se suma a la que penetra por la cristalera que da a la terraza.
Una escalera exenta comunica ambas plantas. En la inferior se ha situado la zona de día, además de un dormitorio con baño; en la superior, el estudio y el dormitorio principal, abiertos al patio. El proyecto de interiorismo es de la firma Right Design Agency, dirigida por el arquitecto Antonio Arjona, cuyo trabajo consiste, en última instancia, en crear un hábitat "capaz de establecer un vínculo emocional positivo con el usuario". Vínculo emocional que será tanto más positivo si el proyecto acierta a detectar cuál es la relación profunda que tiene el cliente con la idea de una casa.
En cuanto se abre la puerta del ático, desbordante de luz, nos impacta un indicio visual muy potente de lo que la vivienda significa para sus habitantes. Se trata de un cuadro de Jesse White que aparece, detrás del comedor, contra una pared forrada en madera. Es de un amarillo refulgente, como una concentración de luz en forma de butaca, y expresa muchas cosas acerca del interiorismo que da carácter a este ático. Tiene, incluso, algo de llama viva la figura amarilla, intensificando la atmósfera de estos espacios de la planta baja, de colores sobrios y templados.
Y allí está, bien expuesto, el indicio de un tipo de "vínculo emocional positivo", que mencionaba Antonio Arjona. Las piezas del mobiliario han sido minuciosamente elegidas según la funcionalidad y bondad de su diseño, y no –remarca el arquitecto– por razones de índole "social" (fama, prestigio, moda...). Considera que la vivienda no es un escenario para cargar con recursos "efectistas", sino una composición de espacios trabajados para que duren y nos acompañen desde el desayuno hasta el sueño nocturno.
Con cada uno de los objetos el dueño de la casa establece un vínculo “emocional positivo”, porque sus diseños han buscado dar sobre todo comodidad al cuerpo y calidez al tacto o a la vista. Muchos modelos pertenecen a la tendencia del "diseño orgánico", pródigo en dotar de flexibilidad a la articulación de las piezas. En casa, lo que a todos nos apetece es sentarnos cómodamente, desparramarnos en un largo sofá, tendernos en una butaca capaz de desplegarse a nuestro gusto. Así funciona, justamente, la butaca representada en el cuadro de Jesse White, y su color amarillo es el único énfasis que, como la abundancia de luz, calienta estos espacios de tonos templados.