Kim Kardashian y Kanye West se habían convertido en una de las parejas más famosas del mundo. Se apoyaban mutuamente en todos sus proyectos, Kanye incluso asesoraba a Kim con sus estilismos, deslumbraban en todas las alfombras rojas a las que acudían... Kanye había sido noticia en los últimos años por su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, por su ingreso en un centro psiquiátrico y por sus comentarios excéntricos, pero Kim siempre estaba a su lado. Sin embargo, la estrella del clan Kardashian confesó en su reality que su vida en pareja era muy despegada, y que él "a veces vivía en un estado diferente; y estábamos bien, cuando mejor estábamos era cuando estábamos separados. Y me di cuenta de que no era eso lo que quería".
A principios de año el mundo se sorprendía con la noticia de que Kim Kardashian había pedido el divorcio y, aunque en un primer momento parecía que iba a empezar una guerra entre el rapero y la familia Kardashian, no fue así. Es más, se les ha visto juntos en actos públicos, como la presentación del nuevo álbum de Kanye en la que Kim apareció vestida de novia, lo que nos hace creer que siguen manteniendo una buena relación. Ante estas formas de vida diferentes, ambos han tomado su camino, y así es donde viven tras su separación.
Kanye West: en su rancho en Wyoming
Kim y Kanye compraron este rancho en 2019, y tras la separación, parece que será para West.
Foto: J.P. King Auction Company
A finales de 2019, la todavía pareja se hacía con este gran rancho, el llamado Monster Lake Ranch, cerca de la pintoresca ciudad de Cody, al noroeste de Wyoming, a menos de 80 kilómetros del borde este del Parque Nacional Yellowstone. El rancho completo tiene 1821 hectáreas, no está claro si los Wests adquirieron toda la extensión. Hasta entonces, el complejo estaba dividido en siete parcelas distintas, cada una con su propio nombre y comercializada para la venta como una propiedad separada.
Aunque no se sabe con precisión si los West compraron toda la propiedad, está claro que Kanye disfrutará de mucho espacio.
Foto: J.P. King Auction Company
Lo más probable es que la pareja adquiriera la parcela más grande, el lote de Monster Lake, que cuenta con más de 1214 hectáreas e incluye un lago privado de 72 hectáreas abastecido con las llamadas truchas monstruosas. La finca cuenta con dos casas, ocho cabañas, graneros y caballerizas en medio de un enclave privilegiado. El rancho fue listado por última vez con un precio inicial de 14 millones, pero parece que los West pagaron cerca de 8 por la parte que compraron. Todo parece indicar, por lo último que se sabe de la vida de Kanye, que su objetivo es trasladar su residencia y negocios aquí.
Las increíbles vistas en medio de la naturaleza servirán de inspiración para nuevos proyectos de Kanye West.
Foto: J.P. King Auction Company
Kim Kardashian: en la casa familiar de Hidden Hills
En 2014, poco después de casarse, la pareja compró una mansión en Hidden Hills por 20 millones de dólares. La casa ha sido casi tan noticia como ellos, ya que las reformas han costado seis años y unos 40 millones de dólares. Y, en contra de lo que la mayoría pensaba, la decoración de la casa no es nada ostentosa, sino todo lo contrario: minimalismo en estado puro.
Kanye West se refirió a esta casa como un ''futurista monasterio belga'', concebida en colaboración con el diseñador belga Axel Vervoordt. Kanye es un amante del interiorismo desde pequeño, por lo que fue él quien estuvo más implicado en el proyecto.
El propio Vervoordt afirmó que ''Kanye y Kim querían algo totalmente nuevo. No hablamos de decoración, sino de un tipo de filosofía sobre cómo vivimos ahora y cómo viviremos en el futuro. Cambiamos la casa purificándola, y seguimos presionando para hacerla cada vez más pura''.
El amplio baño minimalista cuenta con una pared de cristal que da acceso a un patio lleno de vegetación y plantas que la pareja va cambiando cada poco tiempo y que sirven como fondo de muchas de las fotos de Kim y de sus campañas publicitarias.
El vestidor de Kim es una de las estancias que más se deseaba conocer de la casa. Mantiene la decoración sobria y minimalista en la misma gama cromática que el resto de la casa, pero está lleno de ropa y accesorios, tal y como era de esperar de la más famosa de las Kardashian.
El único rincón de la casa que está lleno de color es el cuarto de su primera hija, North. Una habitación completamente rosa, decorada al gusto de la pequeña con diseño de Vincent Van Duysen.
Los paisajes exteriores fueron obra de Peter Wertz, y aunque Kim ha declarado no haber probado todavía la piscina, dice que le encanta la idea de Kanye de hacer una gran zona dentro de ella con escaleras para que los niños puedan jugar tranquilamente.