Sobriedad y elegancia. Si algo caracteriza a la arquitectura mallorquina tradicional es su ponderada huida de la ostentación. Dicha premisa, reformulada desde una visión contemporánea, es la que apuntala la reforma de este ático ubicado dentro de Can Armengol, un casal señorial del siglo XVIII en pleno casco antiguo de Palma. El espacio ha sido rehabilitado por Isabel López Vilalta + Asociados y el arquitecto Claudio Hernández junto a un nutrido equipo de arqueólogos, restauradores y artesanos. El resultado son ocho viviendas que forman parte de una promoción inmobiliaria.
Dos premisas han guiado el trabajo de interiorismo: interpretar el concepto de hogar mediterráneo a partir de espacios abiertos, y respetar al máximo lo preexistente para integrarlo al nuevo proyecto con una sensibilidad sostenible y que genere el mínimo residuo posible. "Hemos rescatado las baldosas hidráulicas del edificio original en los cuartos de baño, en paredes y suelos. Y los nuevos materiales han sido escogidos con la voluntad de revalorizar los oficios y la artesanía local", afirma Isabel López Vilalta.
Ese es el motivo por el que ha recurrido a pavimentos de barro natural, paredes de jabelga de cal y zócalos pintados "como se había hecho en la época inicial, muy discreto y honesto". Todo ello coexiste con encimeras de piedras locales como la de Binissalem y maderas de roble con acabado natural tanto en la cocina como en la escalera. El arquitecto coincide en este enfoque: "Ha habido un trabajo artesanal importantísimo en los pequeños detalles. Las puertas, con más de doscientos años de historia, se repararon y esmaltaron en un color oscuro antes de volver a colocarse".
Isabel López Vilalta + Asociados ha hecho una labor intensa de selección de piezas diseñadas por autores mallorquines, catalanes y españoles del siglo XX, además de antigüedades de origen local. "Hemos recuperado clásicos como las lámparas de Miguel Mila o Àngel Jové, en sus primeras ediciones, y las hemos combinado con mesas y bargueños mallorquines hallados en anticuarios", comenta la interiorista. Además, la vivienda luce piezas de artistas como Jaume Roig, Guillem Nadal, Antonia Ferrer o Aythamy Armas.